El presidente de Perú renovó su gabinete tras varias semanas marcadas por polémicas, muchas protagonizadas por su ahora exprimer ministro, Guido Bellido, figura clave del partido Perú Libre. Su nueva alineación de ministros restó poder a dicha tienda política, llenando los cupos con ministros más afines con la izquierda moderada.

El presidente de Perú, Pedro Castillo, escenificó este miércoles un distanciamiento con el oficialista partido Perú Libre, al recomponer su Gobierno sin los ministros más allegados al polémico líder de esta formación marxista, Vladimir Cerrón, y reforzar al ala más moderada del gabinete.

Castillo designó como jefa de su gabinete a la activista ambientalista y de derechos humanos Mirtha Vásquez, quien reemplaza a Guido Bellido, del ala dura del partido oficialista. La designación representa un guiño hacia el ala moderada de la tácita coalición izquierdista que lo respalda en el frágil gobierno que tiene por delante hasta 2026.

El mandatario tomó juramento a Vásquez, una abogada de 46 años y expresidenta del Congreso, durante una ceremonia en Palacio de Gobierno de Lima, transmitida por la televisora estatal a la que no asistió su antecesor.

Aunque Bellido declaró desconocer las causas de su salida del Gobierno, la oposición en el Congreso saludó al unísono su renuncia debido al enfrentamiento que mantuvo con el Parlamento, especialmente después de la interpelación al exministro de Trabajo, Iber Maraví, por sus presuntos vínculos con Sendero Luminoso.

El propio Bellido tenía una investigación por presunta apología al terrorismo por haber ensalzado en sus redes sociales a Edith Lagos, una fallecida militante de la banda terrorista Sendero Luminoso.

También desde este miércoles tenía una orden de alejamiento por presunta violencia machista contra la congresista opositora Patricia Chirinos.

“Traición” para Perú Libre

La recomposición del Gobierno fue considerada una “traición” por Perú Libre, cuyos congresistas fueron en grupo al Palacio de Gobierno para exigir a Castillo que la formación, con 37 legisladores en el Parlamento, tenga representación en el Ejecutivo.

El partido rechazó la salida de Bellido, hombre de plena confianza de Cerrón, y rechazó la presencia de “conservadores, ‘caviares’ (izquierda acomodada) y traidores”.

“Es momento de que Perú Libre exija su cuota de poder, garantizando su presencia real o la bancada tomar posición firme”, expresó Cerrón, a través de un mensaje en Twitter, en lo que podría interpretarse como una eventual ruptura con el Ejecutivo.

En principio Cerrón, un médico formado políticamente en Cuba, debería haber sido el candidato presidencial de Perú Libre en las últimas elecciones, pero no pudo presentarse al tener vigente una condena por corrupción durante su gestión como gobernador de céntrica región andina de Junín.

Por esta circunstancia, Castillo, líder sindical del magisterio peruano, fue invitado a ser el candidato de Perú Libre con el objetivo de pasar la valla electoral y tener representación en el Congreso, y sin imaginarse que acabaría convirtiéndose en presidente, ya que al inicio no figuraba entre los favoritos.

Tal como lo establece la Constitución de Perú, la nueva jefa del gabinete tendrá un plazo de un mes para acudir al Congreso a presentar su plan de trabajo y solicitar la confianza al Legislativo.