El presupuesto anulado fue criticado por no priorizar la lucha contra la pobreza, en un país con más de la mitad de sus 17 millones de habitantes en esa condición.

El Congreso de Guatemala anuló en definitiva la noche de este miércoles el polémico presupuesto 2021 para intentar apagar la crisis que amenaza la presidencia del conservador Alejandro Giammattei, con apenas 10 meses en el mandato, mientras las convocatorias para exigir su renuncia se reavivan.

Tras intensas manifestaciones, que incluyeron la quema de algunas oficinas en la sede del Parlamento el sábado, ahora el Gobierno deberá reformular el vigente de 2020 para que continúe el próximo año. El presupuesto anulado fue criticado por no priorizar la lucha contra la pobreza, en un país con más de la mitad de sus 17 millones de habitantes en esa condición.

Sin sede oficial para sesionar debido al incendio, el Parlamento unicameral, de mayoría oficialista, se trasladó momentáneamente al Centro Cultural Miguel Ángel Asturias de la capital, informó el presidente del Legislativo, el oficialista Allan Rodríguez.

Tras una plenaria crispada por momentos, el decreto del presupuesto 2021 fue anulado y archivado al contar con el apoyo de 121 votos y 24 en contra, según el tablero electrónico de la votación mostrado en imágenes de la televisión y medios de prensa local.

También quedaron sin efecto dos préstamos por 594 millones de dólares y 20 millones de dólares para financiar el gasto. El monto del presupuesto anulado era el más alto en la historia del país, de cerca 12.800 millones de dólares, mientras que el que seguirá este año es de 10.390 millones de dólares. Sobre este último la ley sí permite hacer reformas.

Ahora los parlamentarios esperan una nueva propuesta del Ejecutivo, que en la víspera inició un diálogo con diferentes sectores para modificar el presupuesto vigente.