El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se refirió al martes a la situación del país respecto a la pandemia del coronavirus, que ha causado más de 30.000 en el territorio más grande de Sudamérica y que parece estar lejos de controlarse.

“Yo lamento todos los muertos, pero es el destino de todo el mundo”,
afirmó el martes Bolsonaro, a la salida del Palacio Planalto, manteniendo su postura de evitar medidas estrictas para contener la pandemia, consigna el portal Folha de Sao Paulo.

Este martes, el país llegó a los 31.199 muertos por coronavirus, con un récord de 1.262 fallecidos registrados en 24 horas, en momentos en que varios estados retoman algunas actividades

El gigante latinoamericano es el segundo país en número de contagios (555.383), con los 28.936 de este martes, y el cuarto en número de muertos, detrás de Estados Unidos, Reino Unido e Italia.

Pero estimaciones de expertos indican además que el número de contagios podría ser hasta 15 veces superior, dado que en el país no se practican test masivos y hay un retraso en el procesamiento de pruebas.

Bolsonaro se ha opuesto a paralizar la economía, pero los estados y municipios, que tienen prerrogativas para tomar decisiones en cuestiones de salud, implementaron en mayor o menor grado restricciones para evitar la expansión del virus.

Los 27 estados decretaron desde mediados de marzo cuarentenas parciales
, con cierres de escuelas, centros comerciales, locales de ocio y paralización de actividades no esenciales.

Pero cada cual lo hizo a su manera, con distintos grados de rigidez y plazos. Lo mismo puede decirse de la flexibilización de las medidas que ya se está empezando a aplicar en algunos estados, pese a que el país está lejos de alcanzar el pico de contagios.

Salvo algunas excepciones de corta duración, no ha habido una obligacion expresa de quedarse en casa y las restricciones al desplazamiento vehicular ha sido modesta, con lo que la tasa de aislamiento social nunca alcanzó el 70% deseado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).