El miércoles, la justicia de Colombia puso frenos a una reforma tributaria que pretendía recaudar US$2.000 millones para proyectos de infraestructura y del acuerdo de paz con las exguerrillas FARC, señalando errores de procedimiento en su trámite ante el Congreso.

“La Corte Constitucional declaró la inexequibilidad de la Ley de Financiamiento en su integridad, por haber desconocido en el curso del debate parlamentario los principios de publicidad y consecutividad”, indicó el alto tribunal en un comunicado.

La Corte Constitucional, el órgano que vela por el cumplimiento de la Carta Magna, consideró que a finales de 2018 la Cámara aprobó el texto de la ley que el día anterior había votado el Senado, sin que se hubiera hecho público el documento definitivo y, por tanto, prescindiendo del contenido final con los cambios de última hora.

Además, “no hay constancia de que se hubiera distribuido una copia impresa del texto (…) y no se anunció que la información estaba publicada en la página web del Senado”, declaró la magistrada Gloria Stella Ortiz, presidenta del alto tribunal.

Pese a ello, la reforma pretendía recaudar cerca de US$2.000 de US$4.000 millones para sostener proyectos que, según el gobierno, están “desfinanciados”.

Con seis de los nueve votos posibles, la entidad decidió que la reforma tributaria de Duque se mantendrá vigente entre 2019 hasta el 1 de enero del próximo año.

En ese periodo, el gobierno y el legislativo deberán “ratificar” el mismo proyecto o impulsar una nueva Ley de Financiamiento.

“He dado instrucciones al Ministerio de Hacienda y Crédito Público para que a la mayor brevedad presente ante el Congreso de la República un proyecto de ley que recoja todos los beneficios, mecanismos y normas que contenía la ley aprobada por el Congreso”, declaró Duque.

Por su parte, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró que la decisión del alto tribunal constituye “un serio golpe a la credibilidad de la política económica”.

Colombia, la cuarta economía de América Latina según el Banco Mundial, ha sido golpeada por la baja de los precios internacionales del petróleo.

El gobierno prevé un crecimiento de la economía de 3,6% para este año, aunque el Banco de la República (emisor) bajó sus proyecciones de 3,5% a 3,0%.