La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó este lunes el asesinato de un cacique waiapi hallado muerto en la Amazonía la semana pasada, un caso que está siendo investigado por la policía.

“Es un síntoma preocupante del problema creciente de la intrusión en tierras indígenas -sobre todo en las selvas- por parte de mineros, explotadores madereros y agricultores en Brasil”, escribió Bachelet en un comunicado.

“La política propuesta por el gobierno brasileño de abrir más zonas de la Amazonía a la explotación minera crea riesgos de inducir a incidentes violentos, intimidaciones y asesinatos como el que sufrió el pueblo waiapi la semana pasada”, continuó.

La tierra waiapi es uno de los cientos de territorios indígenas demarcados en Brasil desde los años 1980 para el uso exclusivo de sus habitantes
, que tienen el derecho a ocupar sus tierras ancestrales garantizado en la Constitución. El acceso a terceros está estrictamente regulado.

Rica en oro, manganeso, hierro y cobre, la tierra de los waiapis está en un área remota de la selva, donde enfrentan crecientes presiones de mineros, ganaderos y madereros, especialmente desde que asumió el poder el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien defiende la apertura de la Amazonía para la explotación minera.

Tras los primeros informes de la invasión, conocidos el sábado, equipos de la policía federal y la policía militar se trasladaron al lugar, según el Ministerio Público Federal (MPF), y llegaron el domingo a la aldea, ubicada a unos 300 km de la capital del estado, Macapá.

“Hay varias líneas de investigación en curso y no es posible afirmar lo que ocurrió. Estamos trabajando con varias hipótesis. Es posible que el crimen haya sido practicado por garimpeiros (mineros ilegales), por cazadores o incluso por otros indígenas”, declaró el fiscal Rodolfo Soares Ribeiro Lopes, jefe del MPF de Amapá, a la radio nacional EBC.

Bolsonaro dice que no hay indicios de asesinato

Pero el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro afirmó a periodistas el lunes que por ahora “no hay ningún indicio fuerte de que ese indio fue asesinado”

También dijo que pretende legalizar la minería de pequeño porte (conocida en Brasil como “garimpo”) y que los indígenas también deberían tener autorización para practicar la minería en sus tierras, en lugar de estar “presos” como en un “zoológico”.

“Las ONG y otros países quieren que el indígena continúe preso en un zoológico como si fuese un animal prehistórico”, afirmó el mandatario.

Desde que asumió el poder en enero, Bolsonaro está siendo acusado de atentar contra la Amazonía y los pueblos indígenas para beneficiar a las industrias minera, agropecuaria y forestal, que lo apoyaron durante su campaña.

Bolsonaro llegó a cuestionar los datos oficiales de deforestación -que mostraron un aumento de 88% en junio, en relación al mismo mes del año pasado- y considera que existe una “psicosis ambiental” en torno a la protección de la Amazonía.