Ecuador dio vía libre este miércoles al matrimonio igualitario tras un histórico fallo de su máximo tribunal, que modifica la Constitución y desafía a la Iglesia católica en un país históricamente conservador.

La resolución desató el júbilo de grupos LGBTIQ y activistas de derechos humanos en el sector de la plaza Foch, en Quito, así como en el puerto de Guayaquil.

Con cinco votos a favor y cuatro en contra, la Corte Constitucional aprobó el matrimonio civil entre personas del mismo sexo en una sesión reservada, según informó el tribunal en un comunicado.

“El pronunciamiento es obligatorio en el país porque las decisiones de la Corte Constitucional obligan a las autoridades ecuatorianas” a acatarlas, dijo a la AFP el constitucionalista Gustavo Medina.

La resolución “es vinculante y obligatoria”, por lo que “tendrá que aplicarse en el país”, enfatizó Medina, expresidente de la Suprema Corte de Justicia y exprocurador del Estado.

Ecuador, donde el clero ejerce fuerte influencia, se sumó a Argentina, Brasil y Colombia en el reconocimiento de derechos de los homosexuales en Latinoamérica.

Rodrigo Buendía | Agence France-Presse
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“Más igualitario, más justo”

En 2015, ya había dado un primer paso al validar la unión de hecho de parejas del mismo sexo mediante una reforma al código civil.

La Corte Constitucional se pronunció a favor del matrimonio homosexual al examinar las demandas de dos parejas de hombres que alegaban el derecho a contraer matrimonio ante las autoridades civiles. Una de esas parejas la integran Efraín Soria y Javier Benalcázar.

Soria dijo sentirse alegre por “poder alcanzar la igualdad” y animó a los homosexuales a no esconderse más y “disfrutar de esa dicha de ser iguales que cualquier otro”.

El abogado Christian Paula, de la Fundación Pakta, que asesora legalmente a casi una decena de parejas del mismo sexo que buscan casarse en el país, consideró que lo resuelto “implica que el Ecuador es más igualitario, es más justo que ayer, que se reconoce que los derechos humanos deben caber para todas las personas sin discriminación”.

La Constitución de corte socialista, que entró en vigor en 2008, ratificó la definición de matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, dando continuidad a la versión anterior de la Carta Magna. También prohíbe la adopción para parejas del mismo sexo.

Los jueces constitucionales se acogieron a principios “favorables a la igualdad de la persona” y en rechazo a “todo tipo de discriminación”.

En agosto pasado y después de seis años de luchar contra el prejuicio, una pareja de lesbianas inglesas logró inscribir legalmente en Ecuador a sus dos hijos con el apellido de ambas tras un fallo del ente constitucional.

Rodrigo Buendía | Agence France-Presse
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