Al menos nueve sedes del poderoso sindicato de Camioneros en Argentina, opositor al gobierno liberal de Mauricio Macri, fueron allanadas este lunes en el marco de una causa judicial por supuesta asociación ilícita vinculada con un club de fútbol.

Los allanamientos responden a una causa en la que son investigados Hugo y Pablo Moyano, dirigentes del sindicato de camioneros y a la vez del club de primera división Independiente, por “convalidar acciones delictivas” de la barrabrava, según la Fiscalía.

Los allanamientos fueron decididos luego de que el exlíder de la barrabrava de Independiente, Pablo ‘Bebote’ Álvarez, declaró como arrepentido en la causa y señaló que los Moyano conformaban una asociación ilícita, acusación que los líderes sindicales han rechazado.

La medida judicial se produce seis días después de un paro contra la política económica del gobierno de Macri que realizaron varios sindicatos, liderados por el combativo Camioneros, bajo la conducción de Hugo y Pablo Moyano, padre e hijo respectivamente.

“Si Macri me quiere meter en cana (en prisión) que lo hagan y después que se lo banquen (aguanten). No se animan”, declaró Hugo Moyano, ex líder de la mayoritaria central obrera CGT y figura central de la oposición sindical en Argentina.

Moyano, que respaldó a Macri en su campaña para llegar a la presidencia en diciembre de 2015, se convirtió en fuerte crítico de las medidas de su gobierno.

El veterano líder sindical anunció su apoyo para las elecciones del 27 de octubre a la exmandataria Cristina Kirchner (2007-2015), pese a que la actual senadora del peronismo de centroizquierda aún no confirmó su candidatura.

Más de un centenar de gendarmes acompañaron a los funcionarios judiciales en la sede central del sindicato, en Buenos Aires, mientras en las afueras decenas de camioneros se congregaron para apoyar a su líder.

“Lo que están haciendo hoy es producto del ‘parazo’ general que hicieron los argentinos la semana pasada”, aseguró Pablo Moyano al Canal C5N al calificar el operativo como “circense”.

Argentina atraviesa por una recesión económica, con inflación de 47,6% y pobreza de 32% al cierre de 2018.