Tiene 11 años y carga a cuestas una violación sexual. Se suma una cesárea la cual le fue practicada anoche en el hospital Eva Perón de Tucumán, al noroeste de Argentina.

El procedimiento se realizó cerca de la media noche del pasado martes y con 24 semanas de embarazo de la menor, tras ser abusada por la pareja de su abuela: un sexagenario que ahora está en prisión.

El bebé de la menor de edad pesa 600 gramos y está en una incubadora. Es una niña con pocas probabilidades de sobrevivir.

El hospital emitió un comunicado que medios de comunicación como Infobae, que han consignado la noticia, han calificado de “confuso”.

Hospital Eva Perón Tucumán
Hospital Eva Perón Tucumán

En esa explicación por escrito, dan informe del procedimiento quirúrgico, pero no cumplimiento a una orden judicial o la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) contemplada desde 1921 en Argentina en el artículo 86 del Código Penal para casos de violación, o en caso de peligro de la salud o la vida de la gestante.

Se trata de un caso de emergencia, ya que la menor ingresó al centro de salud por “autolesiones”.

La madre y la menor habían expresado su deseo de interrumpir el embarazo hace varias semanas a través del ILE, pero las organizaciones feministas locales acusan al hospital de dilatar el proceso, agregando que la cesárea no es el procedimiento en estos casos.

“A esa edad gestacional, lo recomendado internacionalmente por el manual de práctica clínica de la Organización Mundial de la Salud es la dilatación y evacuación, que se puede hacer con anestesia sin ningún problema y probablemente sea lo ideal para una niña de 11 años”, aseguró Estefanía Cioffi, médica generalista de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir.

Pero el centro de salud sostiene en el comunicado su apreciación de “salvar dos vidas”, a lo que Cioffi refuta, asegurando que es “una práctica sumamente cruenta, que deja cicatrices, que tiene mayores complicaciones a nivel físico, pero también en términos de secuelas hacia adelante”. “Todo lo que nos podamos imaginar de una niña de 11 años con una cicatriz que le atraviesa el cuerpo, que le recordará para siempre tanto la violación como la situación que tuvo que vivir todas estas semanas”.

Infobae
Infobae

Tres hermanas víctimas de violación

La menor de 11 años quedó al cuidado de su abuela. Sus dos hermanas mayores fueron abusadas por la pareja de su madre y el poder judicial decidió separarla de esta, al ver el resultado para las otras niñas.

Irónicamente, fue su madre quien denunció lo ocurrido a la menor de sus hijas, en manos de su abuela desde hacía seis años. Esta última vivía con un sexagenario que la abusó sexualmente en su departamento de Burruyacú, ubicado al noreste de Tucumán.

Un control médico confirmó el embarazo y de ahí vino la denuncia, además de una posterior batalla legal. Meses después, la niña manifestó “Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo”.

Pero las autoridades locales tienen su propia versión e interpretación de los hechos. El secretario de Salud provincial Gustavo Vigliocco, lo dejó ver así. “Estoy encima de este caso de manera personal. Tengo una cercanía con la niña y su madre. La niña quiere continuar con su embarazo. Consideramos los riesgos pero ella es grande de contextura, tiene más de 50 kilos”.

Sin Mordaza | Foto referencia
Sin Mordaza | Foto referencia

Organizaciones de derechos humanos emitieron una queja pública, pidiendo que se respete la voluntad de la niña, además de asegurar que la cesárea se realizó con un mes de dilación.

Sin embargo, la paradoja estriba en la incógnita de lo que la menor realmente “quería”: continuar con el embarazo, como lo aseguran autoridades de salud de Tucumán, o la interrupción, como sostiene una madre a nombre de su hija.

El aborto legal vuelve a ser parte de una nueva polémica en el sistema de salud, pero con la revíctimización de una niña, según grupos feministas.