El chárter de Cubana de Aviación, un IL-96-300 de fabricación rusa, aterrizó en La Habana a las 05:15 locales (07:15 de Chile) después de un trayecto de casi siete horas de vuelo.

Se trata del primer grupo de los más de 8.300 médicos cubanos que deben regresar de Brasil antes el 10 de diciembre, luego que La Habana decidiera retirarse del acuerdo que auspiciado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) mantenía con Brasil desde hace cinco años.

“Regresamos hoy, y así lo harán nuestros colegas, con todo el honor y la dignidad del mundo. Nunca permitiremos amenazas ni que cuestionen el humanismo y la profesionalidad con que atendimos a nuestros pacientes brasileños”, dijo uno de los médicos a Juventud Rebelde a su llegada.

El derechista Bolsonaro, quien tomará posesión el 1 de enero, condicionó la estancia de los médicos a una revalida de su título y contratos individuales con el gobierno brasileño que les permita percibir todo el salario, así como a una estancia de sus familiares.

Cuba paga a sus médicos en el exterior el 30% de lo que recibe por su trabajo, les conserva su puesto de trabajo y salario en la isla, y dedica el resto de los recursos al presupuesto estatal, sobre todo al sostenimiento de un sistema de salud gratuito y universal para sus ciudadanos.

La exportación de mano de obra profesional es la primera actividad de la economía cubana, que reportó más de 10.000 millones de dólares anuales al presupuesto estatal,
aunque esa cantidad bajó considerablemente en los últimos años debido a la crisis de Venezuela, donde trabajan varios miles de médicos cubanos.

Desde que se conoció la decisión de Cuba, hace una semana, la prensa local despliega una intensa campaña sobre el tema con fuertes andanadas políticas contra el derechista Bolsonaro.