Con un amplio márgen, el candidato de la extrema derecha brasileña, Jair Bolsonaro, logró imponerse a la carta de la izquierda y considerado “heredero” de Lula, Fernando Haddad.

En las calles, muchos brasileños celebraron el fin de un periodo marcado por la corrupción, y fijan sus esperanzas en el exmilitar para revivir la economía del país.

Así como la derecha chilena expresó sus felicitaciones al ahora presidente electo, Jair Bolsonaro, la oposición también quiso expresar sus pensamientos, pero lejos de la alegría por el triunfo del brasileño.

“En Brasil ganó el odio. No permitamos que gane en Chile” expresó en Twitter el senador por Santiago poniente y miembro del Partido por la Democracia, Guido Guirardi.

En tanto, el diputado por Autonomista, Gabriel Boric, añadió que lo que sucedió en Brasil es una lección para la izquierda, llamando a “no ceder un centímetro a la corrupción”.

En la misma línea, el excandidato presidencial, Alejandro Guillier, agregó que “si no realizamos la autocrítica ahora, América Latina se llenará de populistas autoritarios”.

Finalmente, la diputada Carmen Hertz, tildó a Bolsonaro de “un sujeto partidario de la tortura y apologista de las dictadura que asesinan a sus opositores” y comparó la situación del país con la Alemania de los años 30.