Uno de los hombres de confianza del expresidente Néstor Kirchner cuando gobernó Argentina, Claudio Uberti, se convirtió en uno de los primeros dirigentes cercanos al kirchnerismo en declarar ante la justicia y reconocer la existencia de un esquema de corrupción en el caso denominado como los “cuadernos de las coimas”.

Uberti se presentó el lunes en la tarde ante el juez Claudio Bonadio, donde reconoció que cobraba coimas para la adjudicación de proyectos y pidió acogerse a la figura de “arrepentido”, que permite a involucrados en casos de esta índole reducir una condena -incluso evitar la prisión- a cambio de colaborar con la investigación.

Según información publicada por diario Clarín de Argentina, este sería el primer funcionario K en reconocer la existencia de coimas y afirmó que Cristina Fernández siempre supo del pago de sobornos y señaló que la exmandataria fue testigo de cómo se distribuían maletas y bolsos con cientos de miles de dólares.

Hasta ahora, la versión que el kirchnerismo buscaba que trascendiera era que Fernández nunca supo del pago de sobornos, que el líder era Néstor Kirchner y que el dinero era pagado funcionarios de distinto rango, como el exsecretario Daniel Muñoz o el ex ministro de Planificación, Julio de Vido.

Uberti también apuntó que Cristina Fernández se transformó en la líder del esquema de corrupción tras la muerte de Kirchner y que él fue uno de los encargados de recolectar el dinero, además reveló el uso de aviones para transportar billetes desde Buenos Aires a Santa Cruz.

“Néstor y Cristina estaban al tanto de lo que yo hacía”, confesó Claudio Uberti, quien estuvo a cargo de la Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi) en el gobierno de Kirchner (2003-2007).

Los cuadernos de las coimas es un caso que se dio a conocer a principio de agosto, luego que se revelaran una serie de textos escritos por Oscar Centeno, quien durante más de 10 años fue chofer de Roberto Baratta, viceministro de Planificación durante el kirchnernismo.

Los textos detallan con meticulosidad montos, recorridos y puntos de recogida y de entrega de maletines con dólares en efectivo, para el pago de sobornos por parte de empresarios a las más altas autoridades de Argentina durante los gobiernos ‘K’ para la adjudicación de licitaciones y proyectos públicos.

Desde principios de mes el caso mantiene en vilo a la opinión pública argentina, confrontada como nunca en su historia reciente a lo que se presenta como las pruebas materiales contundentes de un sistema de corrupción dirigido desde las más altas esferas y del que participaban grandes empresarios del país.

Aunque inicialmente no figuraba entre las personas solicitadas por la justicia, Uberti fue mencionado por un exdirectivo de la empresa Techint, que poseía la mayoría accionaria de la siderúrgica venezolana Sidor, nacionalizada en 2008 por Hugo Chávez.

Uberti estuvo involucrado en un escándalo por el ingreso a Buenos Aires de una valija con 800.000 dólares supuestamente enviados por el gobierno de Hugo Chávez para contribuir a la campaña presidencial de Cristina Kirchner en 2007.

Ese caso nunca fue judicializado.

La valija fue traída a Argentina por el empresario venezolano-estadounidense Guido Antonini Wilson, con quien viajaba Uberti en aquella ocasión. El exfuncionario renunció entonces a su cargo.