Unas 60 familias fueron desplazadas en los últimos días en el noreste de Colombia debido a fuertes combates entre el Ejército y “un grupo armado” no identificado, según un reporte de un organismo de la ONU publicado este domingo.
Desde el 18 de julio, “por lo menos 60 núcleos familiares (cerca de 240 personas) se desplazaron de las veredas (aldeas) Buena Suerte, La laguna y Bélgica” del municipio Hacarí, departamento Norte de Santander, “debido a intensos combates entre el Ejército y un grupo armado no estatal sin identificar”, señaló la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en el informe.
El municipio y la Defensoría del Pueblo enviaron a la zona una misión de verificación el pasado miércoles, evidenciando la persistente confrontación armada, agregó.
“Los combates se registraron en medio de las viviendas y la sede educativa de la comunidad, generándose violación a los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario”, expresó la OCHA, que realizó el informe para atender las posibles necesidades de la población en la convulsa región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
Al menos siete casas recibieron impactos de bala y artefactos explosivos y se recibieron denuncias de “ocupación de viviendas”, reportó el organismo.
A raíz de la confrontación armada, se suspendieron las clases en escuelas para proteger la vida de los menores en la zona.
Por ahora, la mayoría de familias ha retornado a sus viviendas, salvo nueve que se encontrarían en aldeas cercanas, mientras las autoridades toman declaraciones a la población afectada.
En el Catatumbo hay presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), última guerrilla del país y en diálogos de paz con el gobierno, así como de grupos armados organizados (bandas criminales).
La OCHA indicó que el martes se llevará a cabo una sesión para evaluar la magnitud de las afectaciones a la población.