Cientos de vehículos con militares y grupos armados afiliados al Gobierno de Unidad Nacional (GUN) de Trípoli tomaron la capital libia, en oposición a Fathi Bashaga, designado primer ministro por el Parlamento en Tobruk.

Columnas armadas tomaron este sábado la calle del Aeropuerto y de Shatt, junto a las fuerzas del GUN de Abdelhamid Dbeibah, tras las noticias de una orden de movilización por parte del comandante de la región occidental, Osama al Juwaili, leal a Bashaga.

Las informaciones apuntan a que al Juwaili y algunas de las fuerzas de Misrata, de la región central, en apoyo de Bashaga, se preparan para entrar en Trípoli en las próximas horas, si bien una fuente de la ciudad de Zintan, a unos 160 kilómetros de la capital, aseguró que no hay movimientos en este sentido.

Según los reportes, las fuerzas que apoyan a Bashaga están formadas por parte de las Brigadas al Nawasi, afiliada a Mustafa Kaddour y hasta ahora ligadas a Trípoli, además de grupos de al Zawiya, en el noroeste, y de Warshafana.

El pasado 10 de febrero, el Parlamento, situado en la ciudad oriental de Tobruk y tutelado por del mariscal Jalifa Hafter, designó al exresponsable de Interior Bashaga como primer ministro en sustitución de Dbeibah, cuyo mandato consideran expirado por la suspensión de las elecciones previstas para el pasado diciembre.

Sin embargo, Dbeidah se opone a dejar el poder, y desde entonces los dos interactúan como primer ministro, sin que la comunidad internacional se haya posicionado, mientras Bashaga advertía de la toma de poder de la capital por la “vía pacífica”.

Este jueves, trascendieron fotografías de Bashaga en Túnez en supuestas consultas con ministros de Dbeidah y varios líderes militares de la ciudad de Misrata que fueron percibidas como parte de los preparativos de una inminente toma de control de la capital.

Los movimientos se producen al tiempo que la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) patrocina en El Cairo las negociaciones entre Alto Consejo del Estado -que mostró su apoyo a Dbeidah- y del Parlamento para acordar una base constitucional que debería regir un proceso electoral, sin fecha prevista por la nueva división institucional.