Los rebeldes de la región de Tigré se comprometieron a respetar un alto al fuego horas después de que el gobierno federal anunciara "una tregua humanitaria ilimitada".

Los rebeldes de la región de Tigray, en conflicto desde hace 17 meses con el ejército etíope, se comprometieron este viernes a respetar un alto al fuego horas después de que el gobierno federal anunciara “una tregua humanitaria ilimitada”.

Asimismo, pidieron al gobierno etíope “tomar medidas concretas para facilitar el acceso sin restricciones” a la región en el norte del país.

El gobierno federal del primer ministro Abiy Ahmed decretó el jueves una “tregua humanitaria indefinida” para permitir “la libre circulación de la ayuda humanitaria a los que necesitan asistencia” en esta región amenazada de hambruna y donde no ha entrado ningún convoy de ayuda desde el 15 de diciembre.

Las fuerzas progubernamentales y los rebeldes se enfrentan en el norte de Etiopía desde noviembre de 2020, cuando Abiy Ahmed envió allí al ejército federal para desalojar a las autoridades de la región, gobernada entonces por el Frente de Liberación del Pueblo Tigré (TPLF), que llevaba meses impugnando su autoridad.

Las tropas rebeldes del TPLF fueron rápidamente derrotadas. Pero en 2021 tomaron el control de la región y desde entonces se ha extendido a las regiones vecinas de Amhara y Afar.

Los casi 17 meses de conflicto han provocado una grave crisis humanitaria en el norte de Etiopía, donde más de nueve millones de personas necesitan ayuda alimentaria, según el Programa Mundial de Allimentos (PMA).