Treinta personas, entre civiles y militares, murieron este miércoles en varios ataques terroristas a tres localidades en el norte de Burkina Faso, anunció hoy el ministerio de Defensa de este país africano.

En un comunicado, el ministro de Defensa burkinés, coronel Aimé Barthelemy Simporé, las víctimas son 11 civiles, 15 militares y 4 voluntarios por la defensa de la patria (VDP), civiles que participan en la lucha contra los grupos yihadistas en colaboración con las Fuerzas Armadas y que tienen como misión vigilar su localidad y recabar información útil en caso de un ataque.

“El miércoles 4 de agosto, en torno a las 12.:00 horas locales, las poblaciones de los pueblos de Dambam, Gudba y Tokabangou, localidades situadas a unos 11 kilómetros de Markoye (provincia de Oudalan), cerca de la frontera con Níger, fueron objeto de un ataque por parte de grupos terroristas armados, que se saldó con la muerte de once civiles, la sustracción de ganado y el incendio de concesiones”, informó Simporé.

En respuesta a los ataques, una unidad del destacamento militar de Markoye y voluntarios por la defensa de la patria fueron desplegados para asegurar a la población de las tres localidades.

“Durante las operaciones, la unidad fue atacada alrededor de las 16:00 horas en las cercanías de la aldea de Tokabangou”, agregó el ministro al señalar que fue entonces cuando 15 soldados y 4 VDP murieron.

Según el comunicado, un soldado resultó herido, más de una decena de terroristas fueron “neutralizados” y la zona está actualmente bajo el control de las unidades militares con el objetivo de encontrar a los atacantes con medios aéreos y terrestres.

Burkina Faso padece ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso en Tambao, en el norte del país, que sigue desaparecido.

La región más afectada por la inseguridad es la septentrional y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque también se ha expandido a provincias limítrofes, como la región Centro-Norte, y al este del país.

Los actos terroristas suelen atribuirse al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe) y al Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS), que atacan también en países vecinos de Mali y Níger.

La violencia en Burkina Faso ha causado una crisis humanitaria sin precedentes en la que más de 1,3 millones de personas han huido de sus hogares desde 2019, año en que los desplazados internos se cifraban en más de 136.000.