El Ejército de República Centroafricana (RCA), apoyado por tropas rusas y ruandesas, mató a 94 rebeldes tras una doble ofensiva en la que liberó dos ciudades controladas por los grupos armados que rechazan la reelección del presidente Faustin-Archange Touadéra, dijeron hoy a Efe fuentes gubernamentales.

El Ejército lanzó este lunes por la tarde las dos operaciones en las que murieron 44 rebeldes en Boyali, ciudad del norte del país, y unos 50 en Boda, localidad a 195 kilómetros al sur de Bangui, dijo por teléfono a Efe el ministro de Comunicación centroafricano y vocero de Gobierno, Ange Maxim Kazagui, que no especificó bajas en el Ejército.

“Nuestro Ejército y las tropas aliadas han lanzado una ofensiva en la localidad de Boyali contra las posiciones rebeldes que están desestabilizando el país. Nuestras fuerzas mataron a 44 combatientes enemigos, entre ellos chadianos, sudaneses y elementos renegados del ejército nacional”, declaró Kazagui.

“También en Boda, al sur de la capital, nuestros valientes soldados han liberado la localidad que estaba bajo el control de las fuerzas enemigas. Durante la ofensiva de nuestras tropas fueron neutralizados unos 50 combatientes enemigos”, añadió el portavoz.

Según Kazagui, en los enfrentamientos participaron decenas de elementos rebeldes de la Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC) que tenían la intención de atacar la capital, como ya sucedió el pasado 13 de enero en un ataque que fue repelido por el Ejército, la misión de la ONU en el país (MINUSCA) -que perdió un casco azul- y tropas ruandesas y rusas.

El pasado 7 de enero, el Gobierno decretó toque de queda en todo el territorio nacional desde las 20:00 (18:00 en Chile) hasta las 05:00 hora local (9:00 en Chile) para luchar contra el avance de los rebeldes, que tres días antes habían tomado la ciudad de Bangassou (sureste) y cuya liberación no fue anunciada por MINUSCA hasta el pasado 16 de enero.

El 22 de enero, el Gobierno de RCA decretó el estado de emergencia en todo el territorio durante 15 días en un momento en que, según declaró a Efe el portavoz de la Presidencia, Albert Yaloké Mokpeme, el país se enfrenta “a un intento de golpe de estado por la coalición rebelde y la seguridad de la población y de nuestras instituciones está fuertemente amenazada”.

El intento de tomar la capital se deriva de las elecciones presidenciales del pasado 27 de diciembre, que la oposición pidió que fueran anuladas y repetidas por no constituir una “expresión de la voluntad del pueblo” ya que más del 40% de los centros de votación no abrieron sus puertas por motivos de inseguridad.

El CPC fue creado a mediados de diciembre mediante la fusión de varios grupos armados, entre ellos tres de los principales: Retorno Reclamación Rehabilitación (3R), Movimiento patriótico por la República Centroafricana (MPC) y las milicias de autodefensa anti-Balaka.

Según Touadéra y la MINUSCA, la Coalición de grupos armados recibe el apoyo del expresidente François Bozizé -algo que este niega-, quien en estos comicios respaldó al opositor Anicet Georges Dologuelé, derrotado con un 21% de los votos.

La violencia en el país ha ocasionado el desplazamiento interno de unas 100.000 personas, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) y más de 84.000 han buscado refugio en países vecinos, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Dos tercios del territorio de la RCA, que cuenta con importantes recursos de diamantes y oro, están controlados por milicias desde el golpe de Estado de 2013, en cuyas espirales de violencia han muerto miles de personas y más de un millón han sido desplazadas.