El Gobierno de la República Centroafricana (RCA) decretó el estado de emergencia en todo el territorio durante 15 días frente al bloqueo de la capital, Bangui, por parte de grupos armados que rechazan la reelección del presidente, Faustin-Archange Touadéra, confirmaron hoy fuentes oficiales.

“Nuestro país se enfrenta hoy a un intento de golpe de estado por la coalición rebelde y la seguridad de la población y de nuestras instituciones está fuertemente amenazada”, explicó el vocero del Gobierno, Albert Yaloké.

La declaración del estado de emergencia se comunicó a la población anoche a través de la radio nacional y se extiende desde la medianoche del 21 de enero hasta el 4 de febrero.

Desde los comicios presidenciales del 27 de diciembre, los seis grupos armados integrados en la entidad Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC), formada poco antes de las elecciones, han atacado diferentes urbes.

También bloquearon algunas carreteras de entrada a Bangui y necesarias para su provisión de “bienes alimentarios, medicamentos y otros productos esenciales”, según denunció la misión de la ONU en el país (Minusca) este jueves.

El pasado 13 de enero, estas milicias que, según Touadéra y la propia ONU, cuentan con el apoyo político del expresidente François Bozizé -algo que este niega-, trataron una vez más de tomar la capital en un ataque repelido por el Ejército, tropas rusas y ruandesas y la propia Minusca, en el que murió un casco azul.

El responsable de la misión, Mankeur Ndiaye, pidió ayer al Consejo de Seguridad de la ONU en un encuentro virtual “un aumento sustancial de tropas para responder a esta amenaza que está desestabilizando todavía más el país”.

No especificó, sin embargo, el número exacto de cascos azules que requería una misión, que ya cuenta con más de 12 mil efectivos y es una de las más extensas del mundo.

Los resultados de los pasados comicios tampoco son aceptados por los grupos de la oposición, ya que consideran que las elecciones no constituyeron una “expresión de la voluntad del pueblo”, al permanecer más del 40% de los centros de votación cerrados por motivos de seguridad.

La RCA vive un escenario de violencia sistémica desde finales de 2012, cuando una coalición de grupos rebeldes procedente del noreste de mayoría musulmana -los Séléka- tomó Bangui y derrocó al presidente François Bozizé tras diez años de Gobierno (2003-2013), dando inicio a una cruenta guerra civil.

Como resistencia contra los ataques de los Séléka se formaron entonces milicias cristianas anti-Balaka que, como el primer grupo, terminaron fragmentadas en una miríada de facciones armadas.

A día de hoy, y pese a la firma de un histórico acuerdo de paz en febrero de 2019, todavía dos tercios del país -rico en diamantes, uranio y oro- están controlados por milicias.