Una alimentación consiente es la clave para entregarle al cuerpo las vitaminas y nutrientes que necesita, especialmente después de realizar actividad física. No importa lo suave o intenso del ejercicio, el organismo necesita energía para evitar descompensaciones, dolor muscular o fatiga.

Para eso, es primordial llevar un plan de alimentación equilibrado antes, durante y después de realizar
ejercicio, ya sea aeróbico o anaeróbico.

Alejandra Alarcón, nutricionista e integrante del programa Vive más Sano de Clínica Universidad de Los Andes, explica que “antes de la rutina, y ojalá una hora antes, es importante consumir alimentos altos en hidratos de carbono, con un moderado aporte de proteínas y bajo en grasas. Para eso son recomendables los cereales sin azúcar, vegetales, frutas, leche descremada por su bajo aporte en materia grasa y yogurt natural”.

Durante el ejercicio es primordial mantener una hidratación adecuada. El agua, además de hidratar, elimina toxinas que afectan nuestro organismo, por lo tanto es el mejor aliado para realizar deporte.

Debemos consumir dos litros de agua al día, y mientras realizamos actividad física debemos tomar aproximadamente un litro de agua o más si es necesario.

La especialista sostiene que la alimentación “depende del objetivo que se busca con la actividad física.
Si se quiere perder materia grasa, es recomendable consumir proteínas. Si se realiza un entrenamiento reiteradas veces a la semana, la alimentación se debe balancear con hidratos de carbono. Es recomendable el arroz y los cereales integrales porque contienen un mayor aporte de fibra. Los vegetales, y frutas como el plátano y la manzana también son una excelente alternativa”.

También existen alimentos recomendados para la actividad anaeróbica. Para eso debemos consumir productos que beneficien la musculatura, como las carnes magras. El vacuno, el pescado, el pollo, los huevos, la leche descremada y el yogurt natural forman parte de este grupo de alimentos.

Alarcón sostiene que es importante el apoyo de un especialista en esta materia porque guiará los requerimientos de cada uno, ya que “no es lo mismo realizar actividad física dos o cinco veces por semana. Lo recomendable son 200 minutos a la semana. A pesar del gasto calórico con el ejercicio, siempre es importante tener una alimentación equilibrada. Tener buenos hábitos es fundamental para lograr una buena salud”.