Sarah Silverman conoce a la perfección el sarcasmo y el humor negro, sin embargo, esta semana dejó de lado su carrera para compartir un episodio de su vida que la mantuvo al borde de la muerte.

Según señaló en un largo mensaje escrito en su cuenta de Facebook, hoy tiene suerte de estar viva luego que los médicos descubrieran por casualidad que padecía de una extraña enfermedad que ataca a muy pocos adultos en el mundo.

La actriz llegó a la clínica por lo que creía que era un simple dolor de garganta, sin embargo, los médicos se dieron cuenta que padecía de un severo caso de epilotitis, una inflamación de la epiglotis, que es el tejido que cubre la tráquea.

Según la Biblioteca de Medicina de EE.UU., este tejido también llamado cartílago, se ubica en la parte posterior de la lengua. “Ésta cierra la tráquea cuando usted traga para que el alimento no ingrese a las vías respiratorias. Esto ayuda a prevenir la tos o la asfixia después de tragar”, explica.

Con esta enfermedad “las vías respiratorias pueden bloquearse totalmente, lo cual puede causar un paro respiratorio y la muerte“.

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“Ni siquiera sé por qué fui doctor, era sólo un dolor de garganta”, aseguró la comediante en la red social, donde reconoció que debía su vida a los médicos y enfermera que estuvieron allí para ayudarla.

Algo  sucede cuando tres personas cercanas a ti mueren en menos de un año y luego casi mueres tú  (Esa era yo. YO soy la que no murió).  Es una extraña dicotomía entre, “¿Por qué yo?” y el otro, “¿Por qué yo?“, agregó.

“Ellos -los médico- no me pudieron dormir completamente para el proceso de recuperación porque mi presión arterial era muy baja. Estuve drogada lo suficiente para no sentir dolor y no tengo ni idea de lo que sucedió o dónde me encontraba. Ellos tuvieron que sujetarme las manos para que no que quitara el tubo de respiración“, relató la estrella de 45 años.

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“Cuando desperté cinco días después no podía recordar nada. Agradecí a todos en la UCI por mi vida, me fui a casa, y según se iban pasando los efectos de los opiáceos, empecé a recordar el trauma de la cirugía”, añadió.

Silverman también aprovechó para agradecer a su novio de hace dos años, Michael Sheen, quien estuvo con ella todo el tiempo, especialmente durante los primeros días en los que ella no podía hablar.

“Cuando desperté  y me desentubaron, no podía hablar así que me dieron un tablero con letras para comunicarse. Mis seres queridos estaban allí, curiosos por lo que iba a decir primero. Siguieron mi dedo, absortos, mientras señalaba letra a letra hasta que finalmente deletreé, “¿Han visto ‘Hola mi nombre es Doris"”, finalizó su relato.

Actualmente la actriz se encuentra mucho mejor y descansando en su hogar.

 

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