En el último episodio de Mea Culpa se retrató la historia de Cristián Barría Inostroza, condenado en 2015 por el asesinato de la chef Paola Vega. En conversación con Carlos Pinto, el hombre aseguró que moriría en la cárcel y que "no sirve" arrepentirse en el encierro.

La noche del jueves muchos quedaron impactados por el nuevo capítulo de Mea Culpa, específicamente en el momento donde Carlos Pinto entrevistó a Cristián Barría, más conocido como el “Chacal de Puerto Montt”.

Luego de recrear el crimen de Paola Vega, el programa mostró al verdadero protagonista de la historia criminal, ahora con 35 años y quien podría permanecer en prisión hasta los 68, en el 2054.

Al hablar de su infancia, Barría recordó que su vida giraba en torno al trabajo. “Para mí el regalo más grande que pude haber recibido era el cariño de mi familia, pero no lo tuve. Nunca pude aprender a leer ni escribir. Me arrancaba de la escuela para trabajar”, recordó.

Sobre su falta de estudios, el hombre aseguró que estaba orgulloso de no saber leer ni escribir, ya que “he tenido buenos trabajos. Son pocas las personas que no pueden leer y escribir y que trabajan”.

Sin embargo, uno de los momentos más tensos fue cuando hablaron del homicidio que remeció a Puerto Montt.

“Cometiste un delito horrendo”, le dijo Pinto a Barría, a lo que él se limitó a asentir.

Yo no le puedo echar la culpa ni al trago ni a las drogas. El culpable soy yo. Aunque mi familia siempre me trató mal, no me enseñaron eso de andarle quitando la vida a alguien. Porque uno no tiene el derecho de hacerlo”, mencionó, recordando que su único objetivo era robar el teléfono de la mujer.

Sobre el hecho de que era apodado como “chacal”, él se limitó a afirmar que “hay otros que son mucho más chacales. Hay personas que han hecho cosas más graves y están ahí, en libertad”.

“No quiero estar en libertad”

Respecto a este punto último, el periodista le consultó si deseaba volver a la libertad.

“Yo no quiero estar en libertad. Si algún día el tribunal me baja los años… yo no quiero salir”, respondió.

De igual forma, Barría aseguró que su condena “es justa, porque aunque yo le pida perdón a la familia de la persona, no le voy a devolver la vida”.

Por otro lado, al hablar de arrepentimiento por lo que hizo, se limitó a decir que no valía la pena. “Uno se tiene que arrepentir antes de cometer un delito, no sirve arrepentirse aquí encerrado”, explicó.

“Yo no puedo considerarme una buena persona. Si lo fuera, no le habría quitado la vida a alguien. No tengo corazón, si hubiera tenido corazón no lo hubiera hecho”, dijo.

“Yo no puedo retroceder el tiempo ni llorar sobre la leche derramada”, añadió.

Un barrote más

En cuanto a sus días tras las rejas, el “Chacal de Puerto Montt” reconoció que pasó a “ser un barrote más de la cana”.

De igual forma, sostuvo que “la cárcel no es felicidad para nadie. Para la persona que está acostumbrada, sí”.

Respecto a la idea de retomar sus estudios en el encierro, Barría soltó una leve risa. “No vale la pena aprender acá si voy a estar toda mi vida preso. Voy a morir acá”, cerró.