Este lunes se estrenó La Torre de Mabel, la nueva teleserie de Canal 13 cuya trama gira en torno a Mabel Andrade (Paloma Moreno), una mujer que intenta rehacer su vida tras cometer un “error” emprendiendo con un motel clandestino en Santiago junto a dos amigas.
La producción debutó después del partido entre Chile y Argentina por la Copa América, encuentro en el que ambas escuadras empataron a un gol.
Y aunque la ficción lideró en su horario, lo cierto es que durante su emisión el canal registró una drástica caída en el rating.
Si bien el partido terminó con 39 puntos, entre las 19:00 y las 20:05 horas, horario en que se emitió la teleserie, Canal 13 tuvo un promedio de 15.1 puntos, contra los 12.4 de Mega, el cual emitió capítulos repetidos de Edificio Corona.
A su vez, La Torre de Mabel llegó a los 11 puntos de rating al final de su capítulo debut.
En este primer episodio, pudimos conocer las aventuras y desventuras de Mabel Andrade (Paloma Moreno), quien comenzó saltando junto a sus hijos a un gran colchón inflable desde el sexto piso del colapsado edificio de Santiago centro en el que vive producto de un incendio.
Fue así como empezó a relatar los últimos acontecimientos de su vida, los cuales simplemente cambiaron su existencia. Y es que luego de discutir con su marido “Gaspar” (Álvaro Espinoza), porque él no quiere financiarle su regreso a la universidad, ella se fue a la despedida de soltera de “Marla” (Carmen Gloria Bresky) y, sin saber cómo, terminó en la cama junto a un vedetto.
Su performance, con baile incluido, fue grabada y viralizada, tras lo cual su esposo la desterró de su casa.
Es así como llegó a vivir a una torre del centro de la capital, en donde conoció a dos nuevas amigas, “Pandora” (Blanca Lewin) y “Soledad” (Elisa Zulueta), y también a un seductor y supuesto médico, “Juan Pablo Arismendi” (Álvaro Gómez).
Este último vive en el penthouse del edificio, y Mabel conecta con él gracias a que ella encontró a la salida del ascensor a la perrita de Juan Pablo, “Tapón”, y el conserje le pidió ir a dejársela, partiendo así un vínculo que parece ser el comienzo de un romance. Ello, sin imaginar jamás que el hombre le miente y está contratado por alguien para seducirla.
