Este viernes 18 de octubre se estrena en Netflix la segunda temporada de La Casa de las Flores, serie que esta vez no contará con el rol protagónico de Verónica Castro y que, sin embargo, sumará nuevos personajes en su reparto.

El debut del nuevo ciclo es seguido con atención desde México, su país de origen, pero también por audiencias de Latinoamérica y España, donde la historia del matriarcado de Virginia de la Mora (Castro) caló hondo.

“Somos muy cercanos al melodrama, en el mundo latino siempre pega. Todos crecimos muy cercanos a él, en general en el mundo gusta mucho, pero sobre todo los latinos tenemos esa afinidad”, reflexiona Darío Yazbek Bernal (Julián de la Mora), hijo de Virginia, quien en la historia mantiene una relación afectiva con Diego (Juan Pablo Medina) y Lucía (Sheryl Rubio) .

“La manera de contar las historias y los temas que antes, por lo menos en la TV mexicana, se tocaban por encimita, ahora tienen una profundidad y están llevados como una burla, o como una crítica a través de la comedia, y eso es muy atractivo”, sostiene Medina, otra de las partes involucradas en el triángulo amoroso.

Para Aislinn Derbez (Elena de la Mora, hija menor de Virginia en la historia), la clave de éxito en países como Chile se explica en los conflictos cotidianos, “que a todos nos pasan, en todas las familias, temas polémicos y controversiales”.

“Todos tenemos una familia disfuncional y situaciones de alguna manera similares. Creo que la gente en toda Latinoamérica se conecta con las historias que estamos contando a través de esta serie“, agrega Derbez en relación a la temática de la segunda temporada.

En la trama del nuevo ciclo, tras la inesperada muerte de Virginia de La Mora (hecho filtrado meses atrás desde Netflix a modo de justificación de la salida de Verónica Castro), la familia entra en crisis. Por lo mismo, Paulina (Cecilia Suárez), ahora radicada en Madrid con María José y su hijo Bruno, asume la responsabilidad de regresar a México luego que se entera de la impugnación del testamento de su madre, con el objetivo de reagrupar al clan.

Pero, ¿por qué una serie con tantos rasgos de mexicanidad tuvo tanto arraigo en países tan lejanos? Para Medina, porque “la serie se adapta a cualquiera, pero se adapta desde un universo muy particular, muy mexicano, de una sociedad que existe aquí. Parte desde la mexicanidad, pero por eso conectó tanto en Sudamérica y en España: porque ese tipo de conflicto es universal”.

Aislinn Derbez en "La Casa de las Flores"
Aislinn Derbez en “La Casa de las Flores” | Netflix

Sobre su concordancia con la contingencia y los temas de hoy, Darío Yazbek no duda en definir a La Casa de las Flores como una serie feminista, con diversos enfoques.

“(Hay feminismo) sobretodo en el personaje de Paulina. Desde el punto de vista de repensar y reinventar los roles de genero y la estructura, que tiene un sentido patriarcal, es bastante fuerte”, acota el actor.

“En ese sentido sí hay una corriente de hablar de los roles de género: se pueden reconstruir, repensar, y también hay una parte importante sobre la identidad de genero: el personaje de Julián, de María Jose, y creo que todo esto permea feminismo, distintos tipos de feminismo. Parte de la fuerza que tiene la serie es tocar estos temas y discutirlos de una manera más inteligente”, agrega Yazbek, hermano de Gael García Bernal.

View this post on Instagram

Di no a la piratería. #NoTeMetasConMiFamilia

A post shared by La casa de las flores (@lacasadelasflorestv) on

https://www.instagram.com/lacasadelasflorestv/?hl=es-la