Este miércoles en Uyuni, Bolivia, fue arrestado Narciso Villca Esquivel, alias “Chulo”, indicado como uno de los testigos clave de la muerte de Sebastián Leiva, también conocido como “Cangri”.

De acuerdo a la investigación que lleva a cabo la justicia boliviana, Villca y el chileno Sebastián Cornejo iban a bordo de la camioneta Toyota 4Runner que llevó a Leiva y Germán Gundián al sector de Apacheta, en el límite entre Chile y Bolivia, donde días después fueron encontrados muertos.

En declaración ante la Fiscalía Departamental de Potosí, y tal como revela el diario Las Últimas Noticias, el hombre entregó nuevos detalles del caso, hasta ahora desconocidos para las policías.

Según su relato, Villca llegó a la camioneta intentando cruzar la frontera desde Chile a Bolivia por medio de un amigo, Áxel Díaz, con quien se sumó al vehículo que transportaba a Leiva, Cornejo y Gundián en compañía del hermano de Áxel, a quien no pudo identificar con su nombre.

“Llegamos a San Pedro de Atacama a las 13 horas. Pasamos a cargar combustible en la estación de servicio Copec. Se bajaron a comprar refrescos, comida, galletas y agua. Yo me bajé a comprar una Coca Cola… Gundián dijo que iríamos por una carretera más directa, por el camino Los Tachos, y que llegaríamos a tierra de nadie, pero que al pisar Bolivia no habría problema, porque teníamos el resguardo de la policía boliviana”, apuntó en su declaración.

De acuerdo a su testimonio, tras un largo diálogo sobre tráfico de drogas y armas, los problemas se sucedieron en la Cuesta del Diablo (territorio chileno), donde Gundían pidió detener el auto para orinar. En ese momento, el hermano de Díaz habría sacado un arma pidiendo a gritos que todos bajaran de la camioneta.

“Cangri se bajó al tiro. Yo quería hacerlo, pero el tipo me puso la pistola en la cabeza y me dijo que me quedara. Cornejo también se bajó y yo pasé al volante. Me apuntó con la pistola en la cabeza. Aceleré, avanzamos y dejamos a los tres chilenos”, aseguró el testigo.

Según le habría contado el hermano de Díaz, el objetivo era llegar a “Villamar o Soniquera”, donde los recogerían. La idea era trasladar la camioneta robada, lo que finalmente no lograron. Antes, en el camino, hicieron contacto con otra camioneta Hilux marca Toyota.

Con los nervios, en el trayecto, Villca reventó uno de los neumáticos, pero al final fueron los tripulantes del otro vehículo quienes trasladaron la camioneta.

Villca y el hermano de Díaz avanzaron a pie por la carretera hasta que el día siguiente este último tomó un bus a Uyuni. “En ese momento recién me confesó que él era el hermano de Áxel Díaz y que tenían planeado robar el vehículo (Toyota 4Runner), porque a sus amigos tenían que pagar con eso. Sólo me decían que yo lo arruiné“, dijo.

Según Villca, luego de reencontrarse con el hermano de Áxel Díaz en Uyuni, él, dos bolivianos y otro chileno lo torturaron y golpearon por haber frustrado el plan original, con amenazas directas de asesinar a su familia si hablaba con la policía.