Carolina de Moras recordó cómo fue la relación con el padre de su hija, con quien decidió no casarse a último momento, tras lo cual se enteró que estaba embarazada.

Una de las decisiones más difíciles de la vida de Carolina de Moras fue optar por no casarse con quien ese entonces era el amor de su vida y confiar en su decisión.

La animadora contó en el programa de Tú a Tú, siendo muy joven comenzó una carrera como modelo que la llevó a pasearse por pasarelas europeas. Paralelamente, comenzó a salir con el empresario Claudio Khamis, un hombre 15 años mayor que ella y por quien dejó su carrera en el modelaje internacional.

“Él quería una relación más aquí que a distancia. Además, nunca quise ser una supermodelo top, quería recorrer el mundo y viajar, pero la vida nómade me tenía cansada. Estaba súper sola”, explicó.

“Yo estaba súper enamorada, lo miraba y lo amaba con todo mi ser. Me sentía pololeando con un súper hombre”, recordó la conductora.

Pero la diferencia de edad, comenzó a golpear a la pareja. “Empecé a ceder mis espacios porque estaba con este hombre que manejaba mejor la vida que yo. Me dejé llevar y me dejé estar un poco. Teníamos muchas diferencias de personalidad y de carácter”, contó.

Todo empeoró cuando empezaron a planificar casarse. “Uno trata de engañarse, de imaginarse de blanco, y la fiesta, me probaba vestidos, me gustaban todos, pero me miraba y me decía ‘No soy novia’. Y esta relación, llevándonos así toda la vida, el matrimonio no iba a mejorar las diferencias de personalidad y de caracteres que teníamos”.

Carola de Moras: “Decidí no casarme, y me di cuenta a la semana de que estaba embarazada”

Fue así como, ad portas de dar el mayor paso de su vida, tomó la valiente decisión de dar un paso atrás, sin imaginarse lo que vendría: “Me iba a casar, decidí no casarme, y me di cuenta a la semana de que estaba embarazada”.

“Quedó la escoba. Fue súper duro, yo me sentía súper fracasada, dolida, sola, súper botada, avergonzada ante mi familia, sentía que les fallé”, contó.

Los meses que siguieron fueron terribles para ella. “Pasé todo mi embarazo sola en un departamento y volví a bancarme el dolor, el miedo y la frustración sola. Me martiricé harto, me di duro, tuve síntomas de pérdida por el inconsciente, pasé casi todo mi embarazo en cama”, añadió.

Una nueva oportunidad

Cuando finalmente nació Mila, la hija de ambos, la pareja intentó darse una nueva oportunidad, para arreglar la relación y ser padres juntos. Pero eso tampoco resultó. “Dijimos ‘Ya, hagámoslo juntos’. Y duramos seis meses. Nos dimos cuenta de que no iba a ninguna parte. Pesqué mi guagua y nunca más volví ni siquiera por un calzón”, contó.

Ese cambio completo coincidió con el terremoto de febrero de 2010. Su vida literalmente cambió por completo y ahora además tenía una hija que mantener y una vida que rehacer.

Fue ahí, donde la televisión llegó a su puerta. Tras ser invitada a un enlace en vivo de Buenos Días a Todos, una semana después la llamaron para que participara de manera estable en el programa. “Yo miraba para arriba y decía ‘Me cayó del cielo porque necesito pega’”, recordó la animadora.

Pero las cosas cambiaron aún más. Tan sólo dos meses después se le ofreció reemplazar a Katherine Salosny, animadora del matinal, en sus vacaciones. Para ello, se le pidió que le propusiera la idea a Felipe Camiroaga. “Yo pensaba que Felipe me iba a mandar a la punta del cerro, esta flaca amateur con olor a leche, pero dijo ‘Me encantaría, yo te ayudo en lo que quieras’”, rememoró Carola.

A pocos meses de eso, Salosny salió del programa y De Moras fue elegida como su reemplazo, debiendo enfrentar uno de los momentos más duros vividos en la televisión chilena: el accidente del CASA 212 y la muerte de Felipe Camiroaga y otros cinco miembros del equipo matinal.

Actualmente, está casada con el abogado Felipe Bulnes, aunque tardaron un poco en formalizarlo. “Estuvimos 7 años juntos antes de casarnos”, dijo. “Yo soy mucho más light que él para mis cosas, me costó pisar el palito”, reconoció.

“Tenemos una gran relación, la hemos ido construyendo y bajando las diferencias en cómo vemos la vida, y empezamos a armarnos. Estoy plena y feliz en mi casa y en este entorno. Tenemos un humor muy parecido, Felipe es muy relajado y muy inteligente también, lo admiro. Soy súper feliz con él”, aseguró.