La modelo Vanesa Borghi confirmó en redes sociales que se separó de su marido Danilo Sturiza tras 11 años de matrimonio.

La modelo Vanesa Borghi confirmó en redes sociales el fin de su matrimonio tras más de una década, con el ingeniero civil industrial Danilo Sturiza.

“Nunca habrá momento adecuado para contarlo, ni tampoco las palabras precisas”, comenzó en Instagram. “Fueron 11 años maravillosos en los cuales muchas veces ustedes fueron partícipes y por lo mismo de alguna forma quería que supieran que si bien la relación de pareja se terminó, el amor y el respeto seguirán”, reconoció.

Lee también...

“Uno no deja de querer a una persona que fue su compañero en tantos momentos, que fue su cómplice y muchas veces su paño de lágrimas. Simplemente digo gracias Danilo por ser mi familia y por querer siempre sacar lo mejor de mí”, añadió.

“Siempre voy a desearle lo mejor de todo corazón a quien con tanto cariño me cuidó y me amó todo este tiempo, pero hemos tomado caminos distintos”, agregó.

La ex musa de Kike Morandé agregó en una entrevista que fue ella quien tomó la decisión de separarse.

Vanesa Borghi: “Él se hacía el lindo conmigo como con otras “

El año pasado Borghi recordó en el programa online de Fran García Huidobro cómo comenzó con historia con Sturiza. “Lo conocí hace casi diez años por una persona en común, nada que ver. Yo no estaba buscando nada. Él seguramente estaba buscando todo lo que se movía”, dijo.

“Si te dijera los nombres, y gente conocida de la televisión también. No voy a decir nada porque ya pasó mucho tiempo. Eso da para Primer Plano… Algunas están ya casadas. Pero él la pasaba muy bien y qué bueno, porque lo hizo antes de estar conmigo”, aseguró.

“Nos conocimos así. Él se hacía el lindo conmigo como con otras y creo que fui una de las pocas que le dijo que no directamente. Y en parte eso fue lo que le gustó, porque tenía el sí fácil y a veces ocurre, hasta con las mujeres, cuando alguien te dice que no es como más y más. Claro, ‘va a cambiar por mí’”, añadió.

De acuerdo a Borghi, “se hizo de rogar” un mes, en el cuál él la llamaba todos los días. “Era insistente, de ir a comer con esta amiga y justo se aparecía él. En algún minuto le dije que sí. Pasó un mes para darle el primer beso (ríe)”, recordó.