La modelo María José López debió buscar ayuda médica tras presentar molestias en uno de sus ojos, luego de no sacarse sus lentes de contacto en la noche.
“No sé qué me pasó”, comentó López en sus stories de Instagram, donde mostraba su ojo enrojecido e irritado, agregando que tenía un dolor muy fuerte y que incluso le costaba abrirlo.
Según fue relatando en videos posteriores, la molestia la obligó a ir a una clínica. “Esto es para que ustedes también aprendan a sacarse los lentes de contacto en la noche”, aconsejó.
“Tenía úlceras, así que ahora con antibióticos, analgésicos”, relató. “Ven que no estaba alaraqueando, me dolía de verdad y fue por el lente de contacto”, dijo.
La modelo además agregó que se va a operar de la vista. “No sea hueona, no haga como yo, porque esto ya me había dado y es justamente por tener el lente de contacto tanto rato”, afirmó.
¿Por qué jamás debes dormir con los lentes de contacto?
El uso de lente de contacto ha aumentado mucho en los últimos años, y aunque facilita mucho la vida de las personas, su uso descuidado pueden generar infecciones que puede derivar en úlceras.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., entre los síntomas más comunes de infección o úlceras de la córnea se encuentra la visión borrosa o nublada; ojo que parece rojo o inyectado de sangre; picazón y secreción; sensibilidad a la luz (fotofobia); ojos llorosos y muy adoloridos; y parche blanco en la córnea.
Cuando el problema no recibe el tratamiento adecuado, puede acarrear serias consecuencias que van desde una pérdida considerable de la visión y cicatrices en la córnea hasta pérdida del ojo en casos extremos.
“La persona promedio parece no darse cuenta del riesgo que corre al no cuidar sus lentes de contacto como está prescrito”, sostiene Thomas Steinemann, médico integrante del Centro de Control de Enfermedades de EEUU.
“A veces los pacientes pueden sentirse orgullosos de la forma despreocupada como manejan sus lentes de contacto. Pero los lentes son realmente un dispositivo médico que se inserta en el ojo y hay que hacerle caso al médico”, añadió.
De hecho, encuesta realizada por la CDC en 2015, reveló que el 99% de los encuestados ha admitido utilizar incorrectamente sus lentes: ya sea al nadar o ducharse con ellos puestos, lavarlos con agua corriente, no lavarse bien las manos antes de manejarlos o reutilizar la solución de limpieza.
Cómo evitar complicaciones
Según la Clínica Mayo, algunas claves para evitar estos problemas son mantener una excelente higiene antes de manipularlos, procurando lavar y secar las manos de forma que no quede jabón o pelusas en ellas.
También es importante minimizar el contacto de los lentes con el agua y la saliva, así como usar soluciones especialmente creadas para su cuidado y reemplazarlos en la medida que el médico lo indique.
