La actriz y reina de belleza, Daniela Nicolás, representa a Chile en el concurso Miss Universo 2021, que tendrá su final este domingo en la noche.

A hora de conocerse los resultados finales, Daniela publicó un mensaje en Instagram, donde expresó su emoción no sólo por ser el rostro del país en el famoso certamen, sino también por haberlo logrado teniendo una grave enfermedad autoinmune.

“Estoy emocionada a más no poder, es una sensación única!!! Hoy lloramos con mis compañeras de emoción por el camino recorrido y por todo el cariño que hemos recibido”, dijo.

Y añadió que “independiente del resultado de hoy, yo me voy feliz de esta oportunidad, porque cumplí mi misión aquí, visibilicé las enfermedades autoinmunes, demostré que las personas con enfermedades crónicas sí podemos hacer TODO aunque nos cueste el triple que al resto!”.

“Que (los enfermos crónicos) necesitamos solo determinación para lograr nuestros objetivos, que las limitaciones están en nuestra mente, que la sociedad cambió y hoy podemos usar lo que queramos, sin importar lo que diga el resto o la mayoría y, sobre todo, mostrar que la belleza es mucho más que un cuerpo perfecto, que la belleza real está dentro de nosotros, y los supuestos estándares de belleza desaparecen cuando el interior se roba la atención”, agregó.

“Gracias a todos por compartir conmigo este camino”, concluyó.

La enfermedad crónica de Daniela Nicolás

Mucha gente no lo sabe, pero Daniela Nicolás, quien también es actriz y ha aparecido en teleseries como Mamá Mechona (Canal 13) y Wena Profe (TVN), padece la enfermedad indiferenciada del tejido conectivo.

Ella misma lo reveló en su cuenta de Instagram en 2018, cuando confesó que “hace algunos años me dijeron que tenía una enfermedad autoimmune activa en mi cuerpo, que me genera mucho dolor, manchas en la piel, inflamación en las articulaciones y, a veces, poca movilidad de algunas extremidades”.

En entrevista con BioBioChile en 2018, nos contó al respecto que “al principio me empezaron a salir manchas en la piel, por lo que decidí ir al doctor (…) pero ninguno pescaba los síntomas”.

Cuando la situación empeoró, “me acostaba y empezaba a sentir dolores muy fuertes. Se me trababa la cadera. Seguía pensando que era normal (…) Ahora tengo una artritis reumatoide y, además, tengo algo parecido al púrpura”.

Los medicamentos que tomaba en ese entonces eran tan fuertes, que afectaban su fertilidad. “Son tan fuertes que, si quisiera tener un hijo, tendría que dejar de tomarlos meses antes. De otra forma podría venir con graves problemas”.

Según explica un paper científico publicado en 2014 en la Revista Cubana de Reumatología, “las EITC (enfermedades indiferenciadas del tejido conectivo) se caracterizan por la presencia de signos y síntomas que sugieren una enfermedad autoinmune sistémica, pero no llegan a acumular criterios de clasificación suficientes para definir alguna de las enfermedades del tejido conectivo, como el LES, el SS, la AR y la enfermedad mixta del tejido conectivo, entre otras”.

Esto hace que sea muy difícil diagnosticarlas, como le ocurrió a Daniela Nicolás, cuyos médicos no pudieron identificar su trastorno al principio.

“Los síntomas más característicos están representados por la artritis y artralgias, fenómeno de Raynaud, leucopenia, mientras los elementos neurológicos están prácticamente ausentes (…) El diagnóstico de EITC y la deficiencia de subclase de IgG2 e IgG4, se torna difícil, por lo poco específico de los elementos clínicos. Estos pacientes deben ser reevaluados periódicamente y manejados de acuerdo a los signos y síntomas que desarrollen, teniendo presente que a pesar de ser entidades poco frecuentes, tienen un alto índice de morbi-mortalidad”.