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(Artículo 04 del Código Procesal Penal)
La participación de Soledad Cruz en La Divina Comida encantó tanto a los televidentes como a los participantes del programa, debido a que pocas veces se había mostrado tanto detalle en pantalla sobre su vida.
La actriz que brilló en Perdona Nuestros Pecados además está pasando por un especial momento, ya que está en el último tramo de su segundo embarazo.
En esta oportunidad, Soledad fue la última anfitriona del programa de Chilevisión por lo que recibió al equipo de La Divina Comida en su bella casa. De hecho, Jani Dueñas bromeó justamente por esto.
“¿Nos fuimos a Los Alpes? Se parece a la casa de Heidi”, dijo la voz en off del espacio de CHV, haciendo alusión al sector montañoso de Suiza, ya que el lugar donde vivía la intérprete era muy parecido.
De hecho, la invitada al programa bromeó con esto: “Ese es mi alter ego que tengo de muy chiquitita”, al presentar su residencia que impactó a muchos.
A las faldas de la montaña, Soledad mostró su enorme casa que tenía varios detalles en madera. De hecho la pieza de su hijo León tenía el suficiente espacio para sus juguetes, una cama y su cuna.
La pieza de ella y la de su marido Nicolás Pavez también sorprendió por su gran tamaño. Esta conectaba con el patio, que tenía una terraza, piscina y espacios para descansar, como hamacas y sillas mecedoras.
“Aquí nos sentamos en las tardecitas para mirar la salida de la luna”, expresó la actriz, que confesó que en invierno está zona era muy helada, sobre todo cuando nevaba.
La casa de la intérprete contaba además con una huerta, que era el lugar donde justamente había sacado parte de los ingredientes con los que se lució en La Divina Comida.
Pero no solo la casa llamó la atención de los televidentes, sino también la bella familia que construyó Soledad, que hoy compone su esposo Nicolás, con el que lleva 12 años de relación, su hijo León, y que pronto sumará a una niña, que dentro de poco nacerá.
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