Este lunes, el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago mantuvo la medida cautelar de prisión preventiva para Hernán Calderón Argandoña, quien actualmente es investigado por el presunto parricidio frustrado de su padre.

De esta forma, el tribunal rechazó la petición de la defensa del imputado, que pedía que fuera trasladado desde Santiago 1 donde actualmente se encuentra en el Área de Salud cumpliendo una cuarentena preventiva por coronavirus.

La decisión llega luego que el padre de “Nano” Calderón, el abogado Hernán Calderón Salinas, recalificara la querella contra su hijo la semana pasada, eliminando la calificación de “parricidio” y dejándola como un “delito lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar”.

Durante la audiencia, que no fue transmitida por el Poder Judicial como sí ocurrió en otras oportunidades, Calderón Salinas se representó a sí mismo y cambió parte de su primera declaración asegurando que está convencido que su hijo “no quería matarlo”.

“Yo intervengo en la doble calidad de víctima y de querellante, y en ese contexto quiero dejar muy claro al Tribunal que yo no he sido presionado ni estoy actuando en situación de una condición de padre”, aseguró el abogado en la audiencia, según consignó Las Últimas Noticias.

Asimismo, afirmó que sobre los hechos del 11 de agosto, cuando Calderón Argandoña lo atacó en su departamento, tiene “la total convicción de que el imputado no vino a matarme”.

“Descubrimos por las cámaras (de seguridad) que cuando llega a mi vivienda va con un envase de líquido de frenos y lo tira encima de mi automóvil. ¿Qué persona que va a cometer un parricidio al doceavo piso va a dañar un vehículo el cual yo nunca iba a saber que lo hizo?”, aseveró.

En tanto, el abogado también aseguró que las lesiones que recibió ese día “fueron dos rasguños”. “No hubo una herida y mi mano derecha tiene una herida de absolutamente menor gravedad. Tengo todos mis dedos funcionando”, aseguró, lo que se contrapone con la primera versión entregada, donde se decía que las lesiones en una de sus manos era de gravedad.

En aquel momento se habló que habría cortado dos tendones, por lo que tendría problemas de movilidad en aquella extremidad.

El abogado también añadió este lunes que la hoja del corvo con el que fue atacado “mide 8 a 10 centímetros. Si mi hijo hubiera venido a cometer parricidio me habría hecho un corte en el cuerpo; yo no tengo nada ni en la cara, ni en el cuello, ni en el cuerpo”.

Esta declaración también es opuesta a la primera, donde afirmó que la intención de su hijo era apuñalarlo en el estómago, lo que no ocurrió gracias a que reaccionó a tiempo, además también dijo que Calderón Argandoña incluso habría querido desgarrar tejido de su mano “con el fin, asumo, de amputarla”.

En la audiencia, Calderón Salinas también se refirió al día en que su hijo lo amenazó con un arma de fuego, y que según su primera declaración, el joven de 23 años “ingresa al baño en evidente estado de descontrol apuntando la boca del arma contra mi pecho diciendo: ‘te voy a matar"”.

Según su relato en ese momento, su hijo miró al interior de la habitación y luego a él, “con actitud de apretar el gatillo”, pero en el último minuto gira el arma a la izquierda.

En esta ocasión, en tanto, aseveró que “Hernán Calderón Argandoña vivía hasta ese día en mi casa, él no vino con un arma que traía de afuera. Él entró a su caja de fondos que está en su dormitorio, toma esta arma, se dirige al baño, me apunta desde la puerta del baño. Me emplazó, y en el momento que iba a disparar, dispara hacia el otro dormitorio, hacia un espejo del dormitorio principal”.

Sobre sus declaraciones, también dijo “es indiscutible que uno está con la adrenalina, con el dolor, con la impresión de una agresión, con una rabia de que mi hijo ni siquiera había llamado a su padre. Pero es muy distinto cuando pasan los días y yo converso con las únicas dos testigos presenciales. Ninguna de las dos vio en Hernán Calderón Argandoña la intención de matar a su padre”,.

Pero a pesar de su nuevo testimonio, aseguró que no pretende desistir de la querella, aunque sí recalificarla. “El imputado tiene una responsabilidad y tiene un tratamiento, a lo menos, que enfrentar. Pero cuidado con el abuso del derecho”, afirmó.

Según Calderón padre no se debe abusar “del derecho contra un imputado, que cometió un delito y que tiene que responder por él pero ¿cuál es la reina de las medidas cautelares, la más seria, la más gravosa? es la prisión preventiva”.

“Indudablemente hay montones de casos que un imputado, con hechos lejos más graves que los que está enfrentando Hernán Calderón Argandoña, gozan de la medida cautelar de arresto domiciliario total, y más aún, que yo sí estaría de acuerdo, que tuviera un tratamiento psicológico de control de impulsos”, cerró.