Heartstopper vuelve con una segunda temporada que ofrece una exploración más profunda de los personajes y sus relaciones, mientras mantiene su enfoque en la autenticidad y la representación. La serie sigue siendo conmovedora y realista, capturando los desafíos y las alegrías de la juventud, sin dejar de lado el drama de ser un adolescente.
La anticipada segunda temporada de la aclamada serie “Heartstopper” ya se estrenó en Netflix, trayendo consigo 8 capítulos lleno de emociones. Basada en la novela gráfica homónima de Alice Oseman, la serie -que fue un éxito total para Netflix- continúa explorando los altibajos del amor y la identidad de cada uno de los personajes.
Algo que todos esperábamos en esta nueva etapa es como se desarrollaría la química entre Nick y Charlie ahora que su relación está “consolidada”. Respuesta rápida: sigue siendo palpable.
Joe Locke (Charlie) y Kit Connor (Nick) siguen robándose sus escenas en los papeles protagónicos. En esta nueva temporada Locke demuestra ampliamente por qué fue el elegido por Oseman para interpretar al complejo Charlie. Ahora, con una temporada ya a su espalda, su interpretación como el joven Charlie Spring es un traspaso de las páginas de la novela gráfica a la pantalla de streaming.
Heartstopper: cuando un chico conoce a un chico…
En la primera temporada un chico (Charlie) conoció a un chico (Nick) tras sentarse juntos en una clase de su escuela sólo para hombres y tras eso, la amistad floreció. Y un poco más.
La serie llegó cerró con la primera cita de ambos en la playa, declarándose su amor mutuo y viendo el nacimiento de una de las relaciones más conocidas de la plataforma Webtoon.
Ahora, con los pies dentro del mismo barco, hay un par de asuntos que Nick debe resolver.
El regreso de estos memorables personajes viene acompañado por la carga de las expectativas que los fanáticos se crearon con la temporada anterior. Gran parte del ciclo previo narró el tira y afloja entre el popular jugador de rugby Nick y el introvertido y bajo perfil Charlie, quien fue víctima de acoso después de que sus compañeros de clase descubrieran que era gay.
La premisa tenia todo para que se convirtiera en un drama de esos que Netflix nos tiene acostumbrados, pero la ternura de su enfoque fue parte de su encanto. Charlie contaba con un grupo de amigos que lo apoyaron en las pruebas y tribulaciones de su proceso de aceptación, y posteriormente, estuvieron para él en su enamoramiento con Nick, logrando su final feliz.
Y el final feliz se traslada al primer capitulo de la segunda temporada, que puede pecar de empalagoso, pero si leíste el material original, sabes perfectamente que es algo a esperar.
Sin embargo, esto sigue siendo la vida de adolescentes; aunque Nick y Charlie encontraron consuelo el uno en el otro, las presiones provienen de todas partes. Sus sentimientos son abrumadores y, a veces, estos chicos comienzan a desmoronarse.
Algunos cambios refrescan la historia
Un nuevo año escolar lleva también a que Nick se prepare para su futuro fuera de la escuela. A esto se suma que está recién aceptando su identidad bisexual y en la temporada anterior vimos el quiebre con su antiguo grupo de amigos.
Además, queda una conversación pendiente con su hermano mayor que no es precisamente la persona más agradable del mundo, y su padre con quien mantiene una relación distante.
La primera temporada fue bastante fiel a su material original, pero en esta temporada los cambios son un tanto más acentuados. Imogen (Rhea Norwood) introducida en la primera temporada como la eterna enamorada de Nick, ahora tiene un nuevo amor que desde un inicio pondrá en alerta en los espectadores. Isaac (Tobie Donovan) también tiene un camino que recorrer, aunque será común verlo nuevamente acompañado por los libros y su silencio.
Y por supuesto, también están Elle (Yasmin Finley) y Tao (William Gao), que están inspeccionando los límites de pasar de mejores amigos a algo más. Finley sigue brillando en la piel de Elle, una joven que sabe perfectamente lo que quiere y aunque tenga sus dudas e inseguridades, se atreve a buscarlo.
Un viaje escolar a Paris sirve como escenario perfecto para que la serie no pierda su encanto, donde incluso los profesores tienen una vida fuera de la escuela.
¿Qué esperar en esta segunda temporada de Heartstopper?
Aunque el núcleo de “Heartstopper” sigue girando en torno a Nick y Charlie, Oseman amplía sus horizontes en esta temporada, explorando los pasados, deseos y dolores del grupo de amigos íntimos recién formado. Se vuelve evidente por qué Tao, el sobreprotector mejor amigo de Charlie, está tan aprensivo con los cambios constantes en el grupo. Elle está aprendiendo a confiar en que los espacios seguros pueden existir fuera del pequeño círculo de amigos que ha cultivado desde la infancia. Además, Isaac, el amigo amante de los libros a menudo olvidado del grupo, finalmente obtiene una trama propia.
Además, está mi parte favorita en esta temporada. Los espectadores podrán ver más de la hermana mayor de Charlie, Tori (Jenny Walser), un personaje genuinamente subestimado y que tiene su propia historia en el “Osemanverse“.
Los episodios de “Heartstopper” son breves en duración, ideal para ver un fin de semana de desconexión. Mientras que las cuestiones en torno a la identidad queer ocupan el centro, Oseman y los actores que dan vida a sus personajes exploran las incesantes transformaciones que vienen con ser una persona joven, y cuán doloroso y hermoso es ajustarse constantemente a cambios masivos en la vida mientras tratas de descubrir quién eres.
Sereno y eufórico, “Heartstopper” nos recuerda que la vida se trata de vivir para uno mismo. Después de todo, salir del clóset o permitir que las personas entren en tu vida es un regalo íntimo, similar a la serie en sí misma.
