Fue en noviembre de 1987 cuando se estrenó la película Tres hombres y un bebé, comedia en la que tres amigos solteros deben hacerse cargo de una guagua que dejaron de manera sorpresiva en la puerta del departamento que compartían.

La producción, que contó con los actores Tom Selleck, Steve Guttenberg y Ted Danson en los roles protagónicos, no sólo tuvo muy buena aceptación por su historia e interpretaciones, sino que además por un hecho bastante particular que marcó el rumbo del film: la supuesta aparición del fantasma de un niño en medio de una escena.

En efecto, al concluir la escena del encuentro de Jack (Ted Danson) con su madre que llegó de visita, se puede ver tras las cortinas una figura infantil observando inmóvil la situación.

Los rumores en torno a este hecho se multiplicaron, y uno de los mitos más populares señalaba que se trataba de un niño que años antes se había suicidado en ese mismo lugar.

Sin embargo, Margaret Colin -actriz que interpretó a Rebecca y que aparece en la famosa escena- aclaró el origen de esta figura.

“Alerta de spoiler: no es un fantasma, es una figura de cartón de Ted Danson, en smoking. Arrienden la película de nuevo, chequeénlo por sí mismos”, comentó al sitio especializado en espectáculo Entertainment Weekly.

Tres hombres y un bebé (1987)
Tres hombres y un bebé (1987)

Colin agregó que este mito favoreció a la producción, debido a que disparó la demanda en los videoclubs tras su lanzamiento en VHS.

Esta explicación se suma a la aclaración realizada hace algunos años por el sitio especializado en cine Screen Crush, el que indicó que la figura correspondía a una figura de cartón de tamaño real con la que Danson debía interactuar para un comercial de comida para perro. En la cinta, él era un actor de teatro y comerciales.

La escena nunca fue grabada, pero nadie retiró la figura de la habitación, dando la impresión de tratarse de un niño real.