Aunque Schumer es una de las comediantes más populares de Estados Unidos, en Latinoamérica todavía no gana una fama de renombre.

Si bien a muchos les sorprendió saber que Amy Schumer sería una de las mujeres encargadas de animar la nueva edición de los premios Óscar, la principal duda entre las personas que no viven en Estados Unidos tuvieron una pregunta en común: ¿Quién es Amy Schumer?

Y es que, si bien la humorista tiene una basta popularidad en su país natal, en otros países simplemente no reconocen su nombre. La comediante saltó a la fama en 2007 cuando fue finalista del reality Last Comic Standing de la NBC para luego participar en otros programas de humor y stand-up.

En 2015 Schumer protagonizó la película de humor Esta Chica es un Desastre, así como en 2018 Sexy por accidente. También se ha lucido como guionista de programas y actualmente tiene su propia serie, que también dirige.

Así, Schumer será una de las responsables de devolver la figura del maestro de ceremonias a los Óscar, después de tres años consecutivos sin presentador.

“Estoy bastante asustada”, admitió la humorista, reconocida por su estilo irreverente y natural, en una entrevista con Efe.

Schumer se unirá a Regina Hall y Wanda Sykes, dejándolas encargadas de llevar las riendas de una ceremonia cuyo declive de audiencia empieza a preocupar seriamente a la Academia de Hollywood.

La gala del año pasado, descafeinada por la pandemia, congregó a 10 millones de espectadores en directo. Fue su mínimo histórico, una caída de casi el 60% respecto al año anterior.

“Creo que las mujeres están logrando más poder en esta industria, para poder dirigir o crear espectáculos cuando durante mucho tiempo no han podido”, analizó la propia Schumer.

Una minoría en los Óscar

A lo largo de la historia de los premios con forma de hombre, muy pocas mujeres han podido ser parte de la conducción de la ceremonia. De hecho, en los últimos veinte años solo ha habido tres presentadoras, Whoopi Goldberg, Ellen DeGeneres y Anne Hathaway, esta última con James Franco.

En esta edición con tres mujeres en la conducción, de acuerdo a Schumer, aportará un nuevo matiz al estilo de los Óscar.

Schumer es uno de los rostros que mejor representan esa ola de mujeres cómicas que, gracias a las redes sociales y a la apertura de Hollywood, han sacudido el panorama televisivo.

De la misma generación que Phoebe Waller-Bridge, Amy Poehler o Rebel Wilson, su humor se caracteriza por hablar sin tapujos del sexo, la presión por encajar en ideales físicos, el feminismo, el racismo y, más recientemente, la maternidad.

“De hecho, es la primera vez que salgo de gira desde que tuve un bebé, pero mi familia me apoya mucho, están conmigo casi todo el tiempo”, aseguró la humorista, que antes de su embarazo llenó el Madison Square Garden de Nueva York (con casi 20.000 espectadores), fue telonera de Madonna y protagonizó Inside Amy Schumer, su propio reality show.

También tiene experiencia presentando galas de premios. Su monólogo en los MTV Movie Awards de 2015 se hizo viral por sus chistes sobre Hillary Clinton, los accidentes aéreos de Harrison Ford (más frecuentes de lo deseable), y el poder que tenía el reparto de “Magic Mike” para “hacer desaparecer sus dedos” mientras veía la película.

Para esta ceremonia, la cómica propuso que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aparezca en los Óscar.

La decisión final depende de los productores de la ceremonia, aunque ella ya ha avanzado que incluirá algún comentario sobre las “condiciones actuales” en un gala que, sin embargo, cumplirá con la función de entretener en tiempos convulsos.

Más allá de las risas

En paralelo a la presentación de los Óscar, Amy Schumer acaba de estrenar su propia serie en Hulu y Star+.

Life & Beth fue dirigida, escrita y protagonizada por ella misma, y trata sobre una mujer que parece que lo tiene todo: Vive en Manhattan con su pareja, se gana la vida como empresaria del mundo vinícola y sus amigos la admiran. Pero nada le satisface.

“Ella vive de la manera en la que se supone que debe vivir y es bastante infeliz”, explicó Schumer. Sin embargo, la vida de Beth dará un vuelco de 180 grados cuando regrese a su pueblo por un incidente familiar.

Entre la comicidad y el realismo, Schumer hace de Life & Beth otro retrato de la desilusión milenial como lo fueron Fleabag, Girls o la española Cardo. Series para los milenials, precisamente el público que quieren recuperar los Óscar.