Mucho antes de que Kendal Jenner o las hermanas Hadid se tomaran la pasarela de los fashion show alrededor del mundo, las super modelos eran las dueñas de las editoriales y los mejores desfiles de moda.

Las reinas: Claudia Schiffer, una alemana que deslumbró al mundo con su belleza; Naomi Campbell, la diosa de ébano que que aún reina en el modelaje; y Cindy Crawford, la estadounidense que ahora ve como su hija, Kaia Gerber, sigue sus pasos.

Sin embargo, una latina se inmiscuyó en ese grupo de oro, una que hizo temblar a Schiffer, con la que protagonizó una rivalidad histórica: la argentina, Valeria Mazza.

Claudia Schiffer y Valeria Mazza: la rivalidad

Valeria Mazza era sólo una adolescente de 14 años cuando comenzó a desfilar en Paraná, la ciudad argentina en la que se crió. A los 17 ya emprendía el camino a la capital, Buenos Aires, para comenzar una carrera como modelo, pero también estudiar Terapia Ocupacional.

En 1992, cuando tenía poco más de 20 años, su carrera como modelo despegó y se convirtió en la única latina que se pudo meter en el grupo de oro de las “Supermodels” de los años 90, comenta en su sitio web personal.

Su primera gran oportunidad llegó de la mano de Versace, su primer desfile de alta costura, pero también la primera vez que se enfrentó a las grandes ligas del modelaje.

Allí conoció de cerca la rivalidad entre pares, siempre en busca de ser el centro de atención en un mundo donde la vanidad es dueña de casa.

Entre esas compañeras se encontraba la alemana Claudia Schiffer, considerada una de las mujeres más bellas del mundo y una de las modelos más exitosas de las pasarelas y editoriales de la historia, cuya carrera sólo se podría asimilar a la de la brasileña Giselle Bunchend.

Sin embargo, la rubia no vio con buenos ojos la llegada de la latina al mundo de la moda, considerando el parecido que tenían ambas con el cabello rubio y lo despampanantes que eran a cualquier hora del día, fuera sobre una pasarela, en una sesión de fotos o sencillamente, cuando caminaban por la calle.

Según contaba la argentina al extinto programa Desayuno Americano, de América TV, la alemana se sintió amenazada con su presencia en la industria declarando.

Sí, al principio. Cuando empecé no le divertía mucho y donde pudo trató de sacarme, de correrme” dijo. “A mí no me hacía nada, pero yo sabía que hablaba con diseñadores para que no estuviera en el desfile. Esas cosas son moneda corriente en el mundo de la moda. Hay rivalidad… le mandamos un saludo desde acá”.

Mazza señaló que cuando comenzó a trabajar muchos las compararon por su gran parecido físico, algo que para ella fue positivo en algunos aspectos, pero también era algo complejo.

“Vos tenías que lograr hacer tu camino más allá de eso, tenías que correrte y diferenciarte porque Claudia había una”, consignó Infobae.

Considerando que Schiffer fue la musa del famoso diseñador Karl Lagerfeld, la argentina no pudo desfilar para él. “Ella era su musa y no, no se podía. Pero todo bien, sobrevivimos a Claudia”.

Por su parte, la alemana se refirió a la carrera de Mazza cuando esta ya estaba inmersa en la industria de la moda y lo hizo en un programa muy conocidos por los chilenos, específicamente “Viva el Lunes”.

En abril de 1996, la alemana visitó Chile para participar en el programa de Canal 13. En ese momento revolucionó las calles de Santiago junto a la prensa.

Para la ocasión también se invitó al panel a Valeria Mazza, quien asistió al show conducido por Cecilia Bolocco, Álvaro Salas y Kike Morandé, sin embargo se retiró justo antes de que presentaran a Schiffer.

La modelo se refirió a la competencia que existía en su mundo, dejando claro que ella era una top model y en su rango no había competencia.

“Hay mucha competencia entre las modelos que les gustaría estar en la cima, porque hay miles y miles de niñas que les gustaría tener éxito y entre ellas hay mucha competencia”, aseguró.

“(La competencia) No es arriba, porque las chicas de arriba que realmente tienen éxito, cada una es distinta y ahí no hay competencia entre ellas, es más abajo, en las que quisieran llegar a la cima” , explicó.

Ahí es cuando se refirió a Valeria. “Si, la conozco… Creo que es muy bonita, muy agradable”, comentó la alemana.

“Nadie puede saber que va a pasar con una chica porque son muchas, muchas las modelos que están ahí ahora y son muy hermosas, tienen una estupenda personalidad, pero depende de ellas”, agregó.

“Desde ese punto, depende de Valeria el éxito, depende de ella que dé lo mejor de sí misma en este momento y ser lo más profesional y lo más disciplinada que puede ser”.

Cuando fue consultada sobre la comparación que había entre ellas y que se mencionaba que podía ser su sucesora, Claudia señaló: “No me sorprendería que ella tenga muchísimo éxito, porque sí, creo que es muy linda y pareciera ser muy simpática. Yo no la conozco tan bien, he hecho algunos desfiles de moda con ella en Europa y creo que es muy agradable”.

Eso dí, Claudia evadió contestar si pensaba que la argentina podría ser su sucesora.

Agua bajo el puente

Los años han pasado y las rencillas quedaron atrás. Según declaró Valeria: “Mi relación con ella al principio fue tirante, porque la prensa empezó a compararnos, pero después compartimos un montón de desfiles y producciones”.

“La última vez que nos vimos fue en la primera fila de un desfile hace unos pocos años, ya como espectadoras. Compartiendo nuevas vivencias, con maridos e hijos”, dijo.

Algo que se pudo comprobar en 2010, cuando ambas modelos coincidieron en el desfile de Salvatore Ferragamo en Milan. En el lugar ambas posaron frente a las cámaras y se les vio manteniendo una animada, pero incómoda conversación ante tantos flashes.

No es la única rivalidad histórica

La competencia entre Schiffer y Mazza no era la única que acaparó titulares en los 90, sino que otra controversia también fue noticia, se trata de la rivalidad que hubo entre la Naomi Campbell y la modelo Tyra Banks.

Campbell revolucionó una industria que era dominada principalmente por mujeres blancas, por lo que tomó su sitio entre las tops y nunca salió de ahí. Sin embargo, en un punto de su carrera se vio amenazada ante la llegada de Banks que comenzó a tener su espacio en la pasarela.

La rivalidad fue recogida por la prensa del momento. “Nos catalogó como rivales incluso antes de que nos hubiéramos conocido”, aseguró Tyra en una opotunidad, según consignó El País.

“Luego se inventaron la regla de que había 10 supermodelos, pero que solo una de ellas podía ser negra. En ese momento, Naomi era la chica negra”, añadió.

Rumores o no, lo cierto es que las modelos no se llevaban bien e incluso no se hablaron por 14 años. De hecho, hicieron las paces hace algunos años, en el programa de conversación de Tyra, donde habló con la modelo inglesa por más de una hora.

En la ocasión, la estadounidense entrevistó a Campbell en un estudio sin audiencia, explicando que realizar esa conversación no era algo fácil para ella. Naomi, en tanto, se presentó en el desolado estudio señalando que estaba feliz de asistir al programa.

Banks recordó que tenía 17 años cuando comenzó su carrera (Naomi 21) y tenía su dormitorio lleno de imágenes de la inglesa, pero al llegar a su primer fashion show con la modelo se encontró con una Campbell que la intimidó de inmediato.

Según recordaba la conductora, la “diosa de ébano” la echó a patadas de una sesión de fotos y afirmó que la intimidó tanto que casi consigue acabar con su carrera en la industria de la moda, algo por lo que Naomi se disculpó, lo que fue el comienzo de una buena amistad entre ambas.

Aunque Schiffer y Campbell lograron un éxito recordado hasta ahora en el mundo de la moda, Banks y Mazza también hicieron lo propio, la primera haciendo una carrera en la televisión norteamericana de alcance mundial; y la segunda, como una exitosa empresaria, algo que probablemente ni siquiera pensaron cuando protagonizaron la codiciada portada de Sport Illustrated en 1997.