Quien hoy es una de las actrices más destacadas de Hollywood, tuvo una dura infancia que parece sacada de un guion. Hablamos de Charlize Theron, quien lleva a cuestas una potente historia de dolor, carencias y sobre todo resiliencia.

Aunque la sudafricana de 44 años hoy goza de una belleza indiscutible, de niña era el “patito feo” de su escuela, como ella misma ha asegurado. Una enfermedad hizo que no tuviera dientes hasta los 11 años. “No tuve dientes hasta los 11 años. Solo tenía colmillos, porque sufrí ictericia de niña, tuve que tomar antibióticos que pudrieron mis dientes y me los quitaron”, contó a The Sun en 2012 . Por lo mismo, debió soportar crueles bromas de sus compañeros e incluso llegó a fingir que tenía dentadura. “Fue duro, ya sabes, estar en la escuela tomando fotos mientras fingía que tenía dientes. Fue horrible”, comentó entonces.

Pero ese fue el menor de sus males, pues la parte más triste de su niñez dice relación con la violencia y el alcoholismo.

Charlize Theron
Charlize Theron

“En Sudáfrica todo el mundo bebe y todo el mundo tiene un arma. (…) El 75% de la gente que vivía en la calle donde crecí está muerta. En los 90 era el país con más homicidios del mundo, más casos de SIDA y más accidentes de tránsito. La vida no tenía valor. Recuerdo la primera vez que vi un mapa y descubrí dónde está Sudáfrica. Todo lo bueno sucedía lejos de allí”, se sinceró la actriz en una entrevista donde rememoró su pasado.

Theron nació y creció en Benoni,​ cerca de Johannesburgo, en un ambiente de escasos recursos. Fue la única hija del matrimonio de Gerda Maritz​ y Charles Theron, el que terminó abruptamente la noche del 21 de junio de 1991.

Tal como recoge la revista Vanity Fair, el padre de Charlize era una persona agresiva y alcohólica, lo que significó años de mucho sufrimiento. La situación llegó a un punto cúlmine cuando la noche del 21 de junio de 1991 el hombre llegó en estado de ebriedad a la casa e intentó matar a su esposa y a su hija con una escopeta. Ante esto, la mujer tomó un revólver y le disparó a su marido, quien perdió la vida instantáneamente. Todo esto mientras Charlize, quien tenía sólo 15 años, se escondía en su habitación.

Charlize junto a sus padres
Charlize junto a sus padres

Gerda no fue a prisión, pues la justicia no presentó cargos contra ella al considerar que el homicidio fue en defensa propia. Algo que la actriz entendió y por lo mismo nunca le guardó rencor a su madre. “Tengo una increíble madre. Ella es una gran inspiración en mi vida… su filosofía era ‘Esto es horrible. Reconozcamos que esto es horrible. Ahora debes hacer una elección. ¿Esto te define? ¿Vas a hundirte o vas a nadar?”, dijo la actriz en una entrevista con Howard Stern en 2017, asegurando que Gerda le enseñó a ser valiente. “No sé quién podría haber sido sin eso. Es una gran inspiración en mi vida”, sentenció.

Pero este episodio no fue inocuo para ella. La actriz reconoció en el mismo programa que en un inicio simplemente pretendía que no sucedió y evitaba hablar del tema. “Decía que mi padre había muerto en un accidente automovilístico”, reveló. “No le dije a nadie, no quería decírselo a nadie. Cada vez que alguien me preguntaba, yo decía que mi padre murió en un accidente. ¿Quién quiere contar esa historia? Nadie quiere contar esa historia”, añadió.

De hecho, para sanarse de las secuelas de una infancia marcada por la violencia, siendo ya adulta -a eso de los 30 años- Theron se sometió a terapia. “No quería sentirme como una víctima. Luché con eso por muchos años antes de comenzar a ir a terapia”, afirmó, añadiendo que el haber vivido con un padre alcohólico la marcó más que su muerte. “Creo que lo que más afectó mi vida adulta fue el vivir a diario con un alcohólico y despertar no sabiendo qué iba a pasar”, admitió.

Adiós Sudáfrica

Tras el traumático episodio que terminó con la vida de su padre, su madre Gerda quiso alejarla de la violencia de las calles de Sudáfrica. Fue así como Charlize llegó a Nueva York con sólo 16 años, donde trabajó como modelo para pagar sus estudios de danza en Joffrey Ballet School, pues su sueño entonces era convertirse en bailarina profesional.

Guess
Guess

Sin embargo, una lesión en la rodilla terminó con sus anhelos, lo que la deprimió muchísimo.

Tras pasar varios días encerrada en su departamento, recibió la visita de su madre, quien llegó hasta allá para advertirle a Charlize que si no paraba de “lloriquear” debía volverse a Sudáfrica. Acto seguido, la mujer le regaló un pasaje a Los Ángeles (EEUU) para que comenzara una nueva vida, como si supiera lo que le esperaba.

De hecho, la suerte de la ahora estrella cambió precisamente en esa ciudad y en una insólita circunstancia. La rubia que entonces se alojaba en un motel de “mala muerte”, armó un escándalo en un banco de Los Ángeles cuando le negaron el pago de un cheque de 500 dólares, que correspondía a todos los ahorros con los que contaba en ese momento. Lo que pudo ser nada más que un mal rato, se convirtió en la oportunidad de su vida, pues tras ser sacada del banco por un guardia de seguridad, el agente de actores John Crosby, impresionado por su carácter y belleza, le dio su tarjeta ofreciéndole representarla, consignó Infobae.

Fue así como comenzó a abrirse camino en Hollywood. No obstante la relación laboral con Crosby duraría sólo un par de años, pues luego Charlize decidió despedirlo porque estaba cansada de que sólo le consiguiera roles de “chica hot”.

Y el resto ya es historia. Aunque su físico le ha jugado a favor, ella ha sabido demostrar que es muchísimo más que eso. En su largo repertorio de películas, destaca su magistral actuación en el drama Monster, el que le valió un premio Oscar, en un rol donde luce irreconocible.

Monster (2003)
Monster (2003)

Pese a su éxito, lleva una vida sencilla. Vive al lado de su madre con quien tiene una relación muy cercana, suele regalar ropa a sus amigos, participa en varias obras de caridad y le gusta estar rodeada de mujeres porque dice que se lleva mejor con ellas que con los hombres. “No hay mejor momento para ser mujer que hoy”, aseguró la actriz, quien tiene dos hijos adoptados.

 Kevork Djansezian | Getty Images | AFP
Kevork Djansezian | Getty Images | AFP