Durante muchos años la prensa ha hablado de la llamada “Maldición de Disney”. Y es que por algún motivo la mayoría de sus figuras principales han enfrentado problemas de salud mental y adicciones que casi destruyen sus carreras.

Si bien es cierto que la empresa no es directamente responsable de lo vivido por sus estrellas, es innegable que jugó un papel más que importante en el desenlace.

Según la psicóloga canadiense Linda Papadopoulos, una de las razones que pueden llevar al colapso a estos niños, es la enorme presión que se pone sobre menores de edad que no están preparados para enfrentar responsabilidades como estas ni menos para convertirse en ejemplos de conductas para sus pares.

Además, en la medida que estas pequeñas estrellas crecen y ya no encajan en sus roles, su fama se va esfumando, lo que no siempre lo asumen bien. “Cuando esa fama comienza a desvanecerse, es muy difícil y lo ven como un rechazo de quién es, de su trabajo y de su personaje. No puede volver a ser normal porque siempre tendrá cierta notoriedad; siempre tendrá esa expectativa”, señaló la experta al diario inglés The Sun.

Pero también se encuentran en una encrucijada, ya que aunque logren entender que sus minutos de fama con aquel personaje ya pasaron, el público tiene a seguir viendolos con el mismo rol infantil, lo cual los llevará a buscar una identidad más adulta que muchas veces encuentran en la hipersexualidad, como fue el caso de Miley Cyrus.

“Tenían una identidad de la que podían beneficiarse y obtener un sentido de validación. Una vez que eso cambia, no tienes el mismo valor y lo sienten”, añadió la psicóloga.

Pero como si todo esto fuera poco, los niños también acceso a diferentes drogas y alcohol, que a su vez causan aún más problemas.

Revisa aquí algunos ejemplos.

1. Britney Spears

Aunque hoy es una de las estrellas más grandes del mundo, pocos pueden olvidar la crisis que Britney Spears sufrió en 2007, tras divorciarse de Kevin Federline.

Spears, que en su infancia fue integrante de El club de Micky Mouse, luchó durante años contra su adicción a las drogas y el alcohol que incluso la llevaron a raparse, a golpear paparazzis con un paraguas, poner en peligro su carrera y hasta a perder la custodia de sus hijos por un tiempo.

“Todo lo que ella quería era formar una familia y encontrar placer en las pequeñas cosas… necesitaba un escape de su existencia de celebridad”, aseguró en una ocasión un cercano a la cantante.

Pero además de los problemas con los excesos, la artista tuvo que hacer frente a la ansiedad y al desorden bipolar. “Desde temprana edad siempre sentí que todos me estaban poniendo a prueba. Si [algo] no estaba en su lugar, era suficiente para llevarme al punto máximo de ansiedad. Podía abrumarme por muchas cosas muy pequeñas y desproporcionadas”, reconoció al diario Yediot Ahronot.

E!
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2. Demi Lovato

Otra estrella Disney en caer en desgracia por sus problemas mentales y de drogas fue Demi Lovato. La protagonista de Sunny entre estrellas, fue una de las máximas ídolas preadolescentes pero tuvo que pagar un alto precio.

Demi comenzó a trabajar cuando tenía siete años y no se ha detenido desde entonces. Sin embargo, mientras su éxito crecía comenzaron a aflorar sus problemas de bipolaridad, depresión y desorden alimenticio.

A los 17 años se consideraba también una adicta a la cocaína y sus problemas con el alcohol se intensificaron. “La camuflaba en los aviones, en los baños, a medianoche. Y nadie lo sabía. No era capaz de estar sobria”, reconoció. “Llegué a un punto en que o estaba drogada o estaba pensando en drogarme”, admitió.

La también actriz logró controlar sus adicciones y pasó seis años sobria, sin embargo, recayó el año pasado y sufrió una sobredosis que la tuvo al borde la muerte. Actualmente se encuentra en pleno proceso de recuperación.

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3. Miley Cyrus

Miley Cyrus fue un perfecto ejemplo de cómo puede afectar a un niño quedar encasillado en un personaje. Durante cuatro años la actriz dio vida a Hannah Montana y se transformó en un fenómeno para las niñas, pero ella quería crecer y madurar.

Fue ahí cuando comenzó a mostrar un personaje hipersexualizado y “rebelde” que fumaba marihuana en el escenario y no respetaba la autoridad. Y a pesar de que su presente es mejor que el de sus compañeras estrellas infantiles, Miley ha expresado su opinión sobre los efectos duraderos de alcanzar la fama tan joven. “Es mucha presión para poner a un niño”, dijo.

Las jornadas de grabaciones de 12 horas se convirtieron en la norma para Cyrus que comenzó a desarrollar también ataques de ansiedad y náuseas por el estrés del trabajo.

“Me hicieron ver como alguien que no era, lo que probablemente causó un poco de dismorfia corporal”, señaló a Marie Claire.

4. Lindsay Lohan

Después de ser considerada una niña prodigio, Lindsay Lohan se convirtió en el símbolo de las estrellas caídas.

La actriz tenía 12 años cuando protagonizó la cinta que la lanzó a la fama, Juego de Gemelas, y desde entonces inició un camino de éxitos que incluyó cintas como Mean Girls, Confesiones de una adolescente y Herbie, a toda marcha.

Pero al igual que sus otras compañeras, Lohan comenzó a tener problemas con el alcohol que incluso la llevaron a protagonizar un accidente automovilístico en 2007, que encendió las alarmas de los adultos.

Tras aquella primera polémica, su rostro se hizo frecuente en las fiestas y pronto las drogas comenzaron a jugar un papel importante en su vida, especialmente la cocaína y el éxtasis.

La actriz fue arrestada en varias ocasiones por conducir en estado de ebriedad y bajo los efectos de los estupefacientes. Debido a esto ha tenido que internarse en varias ocasiones en centros de rehabilitación.

“La corte me ha enviado a rehabilitación seis veces”, dijo en una ocasión. “Yo podría escribir el libro sobre la rehabilitación. No tiene sentido enviarme constantemente a rehabilitación. Las primeras veces que me enviaron, era como una broma, como matar el tiempo”, añadió.

Como si todo esto fuera poco, la actriz fue diagnosticada con Trastorno límite de la personalidad, depresión y trastornos alimenticios.

Selena Gómez

Igual que Lovato, Selena Gómez comenzó su trabajo en televisión siendo muy pequeña y ambas siguieron el camino hacía Disney. Pero no sólo el trabajo las unió, la actrices y cantantes también compartían problemas de ansiedad y depresión.

Los problemas de Gómez, sin embargo, no eran sólo mentales, sino que un síntoma de una enfermedad aún más compleja: el lupus.

El lupus afecta el sistema inmunitario de las personas, y ataca a las células y tejidos sanos, lo que pueden causar daños en articulaciones, piel, riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y cerebro.

Debido a todo esto y la presión de su propia vida, la actriz debió internarse varias veces en centros de rehabilitación. Aunque sigue luchando a diario contra la enfermedad que incluso la hizo requerir de un trasplante de riñón, la artista ha sabido salir adelante.