Antes de cumplir cinco años, Melissa Joan Hart ya había protagonizado 25 comerciales. La mayor parte de su vida la había pasado jugando frente a las cámaras, por lo que era cuestión de tiempo que diera el salto a la televisión.
Sin embargo, su transición fue lenta y tras participar en diferentes series y películas, en 1991 consiguió el papel que cambiaría su vida: Nickelodeon la contrató como la protagonista de Clarissa lo explica todo.
La serie, que seguía la vida de una preadolescente sagaz que explicaba al público todo lo que ocurría en su día a día, puso a la actriz en el ojo de la industria y le abrió las puertas a la fama internacional y a un mundo lleno de vicios, que no supo manejar.
Con sólo 15 años comenzó a ser invitada a fiestas donde podía acceder a drogas y alcohol, y aunque en ese momento no desarrolló ninguna adicción en particular, sí probó más de una. En esa época también le tomó el gusto a las fiestas y se hizo asistente frecuente a ellas, desatando la preocupación de sus católicos padres.
Sin embargo, no fue hasta su llegada a Sabrina, la bruja adolescente, en 1996, que las cosas comenzaron a salirse de control. En ese tiempo, Melissa ya tenía 20 años y había decidido abandonar sus estudios universitarios (llevaba dos años estudiando) para dedicarse por completo a la actuación.
La serie se convirtió en un fenómeno (incluso llegó a ser emitida en TVN), triplicando la fama que Melissa había tenido hasta ese momento. Obviamente, nuevamente aparecieron las invitaciones, las fiestas y los amigos famosos.
De hecho, en su biografía Melissa lo explica todo, la actriz aseguró que tuvo múltiples parejas en poco tiempo y que incluso engañó a su segundo novio nada menos que con el actor Ryan Reynolds.
Ambos se conocieron mientras grababan la película de Sabrina (que luego inspiró la serie) y tuvieron una conexión real. Con Canadá como escenario, se hicieron más que amigos entre tomas y ella incluso lo invitó a visitarla en Nueva York. Lamentablemente para él, cuando arribó a la ciudad, Melissa había decidido quedarse con su novio.
“Aunque Ryan era totalmente encantador, no podía pasar por alto el hecho de que siempre parecía estar canalizando los extravagantes gestos y voces de Jim Carrey. Aún así, sabía cómo hacer que una chica se sintiera especial”, aseguró.
Un camino peligroso
Fue mientras grababa las primeras temporadas de Sabrina que la actriz volvió a probar diferentes drogas, llegando incluso a trabajar bajo los efectos de estos estupefacientes.
“Experimenté con marihuana, éxtasis, hongos y mescalina (alucinógeno) durante un año y medio”, reveló en su libro, aunque dijo que se trataba de un “caos controlado”. “Siempre me aseguré que fuera en las situaciones y con las personas correctas. Me gustaba el éxtasis para salir a bailar, pero eso era”, agregó.
Sin embargo, en una entrevista en el programa de Bethenny Frankel aseguró que en uno de sus peores momentos, llegó a realizar una sensual sesión de fotos para la revista Maxim completamente bajo los efectos del éxtasis.
“Era apenas mi tercera vez consumiendo. Estaba rodeada de malas influencias. Yo no disfrutaba de consumir drogas y por eso nunca llegué a perder el control”, comentó en su libro, junto a varias otras historias.
Al parecer una de esas malas influencias fue Paris Hilton, a quien acusó de haberle ofrecido cocaína en el baño de una fiesta, algo que el representante de la socialité, conocida por su gusto por la vida nocturna, negó categóricamente.
En la publicación también recordó que otra de las ocasiones en que perdió el control fue en su primera fiesta en la mansión Playboy en 1999, y también por culpa del éxtasis. Según manifestó, en ese momento se sentía un poco tímida y para poder encajar con el resto decidió drogarse, y terminó besando a una chica en una limusina.
Otra supuesta “mala influencia” que paso por la vida de la actriz de Sabrina fue Nick Carter, quien tras un cameo de los Backstreet Boys en la serie, quedó encantado con Melissa y la invitó a salir. Ambos tuvieron un breve romance, donde según aseguran algunos rumores, potenciaban sus adicciones.
Como olvidar cuando Sabrina creó a los #BackstreetsBoys pic.twitter.com/XEMGtujIMe
— Los 80s y 90s (@80s_y_90s) 1 de marzo de 2019
Presentó la vida nocturna a Britney
En medio de su vida de fiestas conoció a una joven e inocente Britney Spears, quien hizo un pequeño cameo en Sabrina. Según contó Melissa, la joven cantante estaba tan enfocada en su carrera que estaba completamente estresada.
“Era joven y yo podía ver el estrés en su rostro. Le decía ‘¿Quieres ir a almorzar?’ y ella me respondía, ‘Sí, sí. Vamos’, y luego alguien detrás de ella le decía: ‘No, no, no. Tienes entrevistas, tienes que ir a tu entrenamiento vocal, tienes que ir al gimnasio y entonces tienes que ir a tu tour’. Y ella estaba como, ‘Está bien, tal vez después’”, recordó Joan Hart sobre la artista que es cinco años menor que ella.
Dispuesta a ayudarla, un día fue a su hotel y la invitó a salir a un club nocturno. “Era menor de edad, así que la metí por la puerta de atrás y bailamos un poco, hasta que la gente se agolpó encima de ella y luego quedó atrapada en una mesa con gente, hablando. Yo estaba como, ‘Tengo que ir a trabajar mañana ¿me puedo ir?’. Y ella dijo: ‘Sí, sí, sí. Ve, estoy bien. Me llevarán a casa’”, recordó.
Las chicas se hicieron muy amigas y Britney incluso participó en el soundtrack de la película de Melissa, Drive me crazy, mientras que Joan Hart hizo lo propio en el video de la cantante (You drive me) Crazy.
Pero mientras la fama de la intérprete crecía a niveles inesperados, la de la actriz comenzaba a disminuir. La popularidad de la serie también comenzó a caer y varios miembros estables del elenco renunciaron.
En 2004 finalmente fue cancelada, y según aseguraron algunos rumores, parte de los motivos fue por el excesivo gusto por las fiestas de la actriz, quien llegó en más de una oportunidad en malas condiciones.
Una nueva oportunidad
El fin de la serie significó un receso importante en su carrera. Se enfocó en su productora, Hartbreak Films, y realizó algunas series y películas de televisión sin mucho éxito.
Pero no todo pintaba tan mal para la artista, ya que un año antes del fin de Sabrina, conoció a uno de los miembros de la banda Course of Nature, Mark Wilkerson, en un concierto benéfico en el Kentucky Derby.
En una entrevista con Inquisitor, Melissa reconoció que en ese tiempo estaba saliendo con el actor Jerry O’Connell. “Conocí a Mark la (misma) noche que me besé con Jerry. Pero, a la mañana siguiente en las carreras de Derby, Jerry estaba con alguien más y yo dije: ‘Oh, ya veo cómo va a ser esto’. Y luego Jerry me dijo: ‘Cuando regresemos a Los Ángeles, ¿nos vemos? ¿Para pasar el rato?’ Y dije: ‘No lo creo, creo que conocí al hombre con el que me voy a casar"”, recordó.
La pareja contrajo matrimonio un año después en Florencia, Italia, en una ceremonia que fue inmortalizada en una miniserie emitida por el canal ABC Family.
Mark ayudó a Melissa a centrarse y dejar de lado las fiestas. Juntos tuvieron tres hijos, Mason (13), Braydon (10) y Tucker (6), y ella retomó la vida religiosa que sus padres le habían inculcado desde pequeña.
Hoy asiste a una iglesia presbiteriana, estudia la Biblia y busca constantemente
acercarse a Dios. Sus creencias, sin embargo, no la han alejado de la polémica ya que en una entrevista en el podscast Journeys of Faith with Paula Faris, aseguró que le había dicho a su hijo menor que sólo las personas que creían en Jesús eran buenas, lo que desató fuertes críticas en su contra.
Pero más allá de las polémicas, en los últimos años la actriz intentó revivir su carrera con la serie Melissa and Joey y con varias películas navideñas. Sin embargo, hoy está dedicada por completo a su familia y a la religión.
