Mick Jagger es un amante del fútbol, por lo que no podía perderse el Mundial Rusia 2018. Es por ello que este martes llegó junto con dos de sus hijos a San Petersburgo para presenciar el encuentro entre Francia y Bélgica.

El músico pasó casi desapercibido hasta que fue enfocado en la transmisión oficial cuando los franceses lograron anotar contra sus contrincantes. Jagger no estaba muy feliz, por lo que las redes sociales comenzaron a sospechar que el artista estaba apoyando a los Diablos Rojos.

Cuando Bélgica fue derrotada, muchos recordaron la fama de “yeta” que tiene Jagger y su ira se hizo sentir en redes sociales donde fue trolleado una vez más.

Según cuenta la leyenda, cada vez que el cantante apoya a un equipo, este pierde o empata. Su mala fama comenzó en Francia 1998 y continuó en Sudáfrica 2010, cuando hinchó por cuatro selecciones distintas, las que fueron eliminadas. Misma suerte corrió Italia e Inglaterra en Brasil 2014, donde Jagger les brindó su apoyo.

Luciana Gimenez, la modelo brasileña, presentadora de televisión y madre de uno de los hijos del cantante, salió en su defensa en Twitter.

“Es ridículo el bullying que le hacen al padre de mi hijo. ¿Acaso también definió la suerte de Brasil? Tenemos que dejar de culpar a otros y hacernos cargo de nuestras responsabilidades”, afirmó.

Recordemos que Gimenez, de 48 años, se hizo famosa al quedar embarazada de Jagger, mientras estaba casada con el supermodelo Jerry Hall. Su hijo Lucas Maurice Morad Jagger hoy tiene 19 años y acompañó a su padre al partido.