El 19 de mayo recién pasado el príncipe Harry de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle contrajeron matrimonio en una bella ceremonia en la capilla St. George, ubicada en el Castillo de Windsor.

Aunque todos los ojos estaban puesto en la pareja, a algunos le llamó la atención lo emocionada que estaba Doria Ragland, madre de la novia.

En varios momentos, la mujer derramó algunas lágrimas durante la ceremonia, lo que conmovió a muchos de los que siguieron la boda por televisión.

Sin embargo, a otros también les pareció curioso que estuviera en una segunda fila y no primera.

De acuerdo al experto real Alastair Bruce citado por Yahoo, la planificación de asientos fue decidida por Meghan y Harry.

Dominic Lipinski | Agence France Presse
Dominic Lipinski | Agence France Presse

“Es una cuestión de la novia y el novio”, aseguró, agregando que la pareja había recurrido a la oficina del Lord Chambelán (consejero privado de la realeza) para ayudar con la tarea.

Algunos usuarios señalaron en redes sociales que probablemente Ragland fue ubicada en la segunda fila para que estuviera a la vista de las cámaras.

Otro usuario notó que la Reina Elizabeth II también estaba sentada en la segunda fila, pero al otro lado de la capilla.

Jonathan Brady | Agence France Presse
Jonathan Brady | Agence France Presse

Y puede que los usuarios de redes sociales tengan razón pues si Ragland no hubiese estado en la segunda fila, los espectadores no habrían podido apreciar su reacción al ver a su hija en el altar.