El commodity tiene ciertas ventajas en tiempos de incertidumbre y frente a la alta inflación a nivel mundial. En un entorno de inestabilidad económica, lo más probable es que el oro brille con fuerza, comenta un experto.

En escenarios de riesgos, como la inflación y crisis financieras, los inversores han acudido al oro.

El contexto actual muestra tendencias alcistas en activos de riesgo más largas que se recuerdan, valoraciones bursátiles difícilmente justificables desde un punto de vista económico y un sentimiento eufórico que afecta tanto a inversores profesionales como a inversores minoristas al momento de decidir cómo estructurar sus carteras de inversión.

Por otro lado, explicaron desde la empresa de inversiones XTB, las dosis sin precedentes de estímulos monetarios y fiscales de la última década y media, han terminado por provocar “presiones inflacionistas no vistas desde principios de los años noventa, siendo el principal dolor de cabeza para las economías del mundo”.

Los entendidos en la materia señalan que, en la mayoría de los períodos cargados de incertidumbre, el oro ha funcionado como activo refugio para los inversionistas, y por tanto, permite diversificar el riesgo de las carteras de inversión tradicionales.

“Si hay un entorno en el que el oro haya demostrado hacerlo bien es en situaciones donde las tasas de interés reales son negativas, es decir, cuando la diferencia entre la tasa de interés nominal y la inflación ofrece un resultado inferior a cero. Es por eso que el oro se convierte en uno de los activos más atractivos del mercado”, explica Pablo Gil, jefe de Estrategia para Latinoamérica de la empresa de inversiones XTB.

Burbuja bursátil

Otro factor que juega a favor del metal amarillo es la burbuja bursátil.

“Nadie puede saber cuándo estallará, pero todos sabemos que tarde o temprano ocurrirá. Los ciclos expansivos y recesivos de la economía, y con ello las fases alcistas y bajistas en la bolsa, son algo incuestionable tal y como nos recuerda una y otra vez la historia”, comenta el experto.

Sobre este punto, el ejecutivo de XTB explica que, en el caso de Estados Unidos como primera economía del mundo, “su ciclo bursátil además de estar en máximos históricos, ha registrado el proceso alcista más duradero que se recuerda, lo que nos ha llevado a valoraciones difícilmente sostenibles a largo plazo. Esta situación solo ha sido posible gracias a una combinación de estímulos fiscales y monetarios sin precedentes, pero probablemente estamos a las puertas de un cambio crucial en esa tendencia”.

Así, y con una inflación superando ya el 6%, la Reserva Federal se estaría quedando sin argumentos para mantener las tasas al 0%.

“Nuestro modelo económico descansa desde hace década y media en el endeudamiento, el cual se extiende como la mala hierba entre gobiernos, empresas y ciudadanos. En este momento no parece un problema, pero es una mera ilusión creada por las políticas monetarias expansivas que mantienen el costo de financiamiento en niveles cercanos al cero por ciento de forma artificial”, asevera Pablo Gil.

Sobre este punto, el ejecutivo señala que en el momento que los bancos centrales tengan que combatir la inflación subiendo el costo del dinero, el mundo comenzará a pagar el precio de un endeudamiento desmedido.

“Las empresas comenzarán a generar menos beneficios, los particulares tendrán menos renta disponible y los gobiernos deberán destinar cada vez una porción mayor de los ingresos que recaudan vía impuestos al pago de los intereses de la deuda, en lugar de usar dichos fondos para inversiones productivas”, puntualiza.

Con todo, desde la mirada de XTB tiene sentido destinar una parte de los ahorros a invertir en el metal amarillo, ya que “es muy probable que estemos frente a la posibilidad de una nueva recesión económica y, con ella, a un desplome de la bolsa. En ese entorno de inestabilidad económica, lo más probable es que el oro vuelva a brillar con fuerza”, concluye Pablo Gil.