Ayer martes el presidente Sebastián Piñera promulgó la reforma tributaria, que proyecta una recaudación adicional anual de $2.200 millones, equivalentes a un 0,6% del PIB.

En ese contexto, empresas digitales como Netflix o Spotify deberán pagar un impuesto del 19% en Chile a partir del 1 de junio de 2020.

El impuesto al valor agregado (IVA) afectará a otras firmas como Amazon o Airbnb, que no pagaban impuestos debido a que no poseen un establecimiento permanente en el país. Ahora quedarán en igualdad de condiciones con las empresas establecidas en el país.

Para identificar a las prestadoras de servicios digitales, se deberá determinar que se encuentren en Chile mediante su dirección IP o algún mecanismo de geolocalización.

También se podrá comprobar si la tarjeta de crédito o la cuenta bancaria con la que el usuario paga por estos servicios se encuentre emitida o registrada en el territorio nacional.

¿Subirá, por tanto, el precio de Netflix o Spotify para los usuarios?: eso aún no está claro, pues las plataformas no han informado si aquel costo lo asumirá el usuario. En caso de que esto ocurra, por ejemplo, si se aplica el IVA a Netflix podría pasar de $4.990 (plan de menor costo) a $5.935 mensual.

Empresas de transporte como Uber o Cabify estarán exentas del pago de este impuesto, ya que serán reguladas bajo una ley que se discute en el Congreso que las obligará a establecerse en el país y pagar tributos.

Impuestos

El impuesto a las plataformas digitales fue incluido en la reforma tributaria que presentó el Gobierno de Piñera al inicio de su segundo periodo presidencial (2018-2021), para introducir modificaciones a una normativa aprobada durante la gestión de Michelle Bachelet, que subió los impuestos a las empresas.

Piñera buscaba cancelar ese aumento y otorgar mayores beneficios a las empresas. Pero el estallido social del 18 de octubre lo obligó a dar un paso atrás y cambiar sus medidas, para aumentar ahora los impuestos a los ricos, reducir la carga tributaria a los ancianos y las pequeñas y medianas empresas, además del impuesto a las plataformas digitales, entre otras disposiciones.

Según el Mandatario, al final de su trámite legislativo esta reforma cumple varios objetivos: “Favorecer el crecimiento, la inversión y el empleo, darle más certeza jurídica y simplicidad al sistema tributario, además de beneficiar a los sectores más postergados y también pedirles un esfuerzo y un aporte adicional a los sectores más favorecidos”.

El jefe de Estado proyectó una recaudación tributaria adicional anual de $2.200 millones, equivalentes a un 0,6% del PIB chileno, por efecto de la reforma.