Una diferencia de hasta $27 mil puede existir entre una canasta de alimentos para año nuevo, dependiendo del sector de la región Metropolitana donde sean adquiridos sus productos.

Un estudio realizado por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), reveló que la canasta más económica que considera como base carne de pollo, puede costar $33.669 en la zona poniente.

En tanto, si se toma como base cárnica el lomo liso, el precio asciende a $60.603 en la zona norte del Gran Santiago, denotando una diferencia de $26.934, equivalentes a un 80%,respecto al set de productos más barato.

El análisis realizado por el Sernac consideró una canasta tipo para seis personas (cuatro adultos y dos niños), e incluyó productos como carnes rojas, blancas, bebestibles y verduras.

En el detalle, los productos considerados fueron cola de mono, pan de pascua, lomo liso, pechuga de pavo, pollo, cebolla, champiñones blancos, choclo, cilantro, lechuga, limón, palmitos, papas duquesa, pimentón verde, tomate, dos bebidas, pisco, vino tinto y postre helado.

Tampoco podían quedar fuera la tradicional chamapaña y el helado de piña al agua para el brindis que dará inicio al nuevo año.

Todo ello fue cotizado en 28 supermercados de cinco sectores de la región Metropolitana (centro, norte, oriente, poniente y sur), y en las principales carnicerías, panaderías y ferias libres como Vega Central y Lo Valledor.

Las principales diferencias también se registraron en el apartado de las verduras donde el cilantro y la lechuga reportaron variaciones de hasta un 60% en su precio.

Respecto a la proteína, desde el Servicio explicaron que siempre resultará más barato comprar el pollo en carnicerías en lugar de los supermercados.

En esta línea, Ernesto Muñoz, director del Sernac, detalló que “al analizar los resultados, destaca que en general las cenas con pollo son las más económicas y a su vez, las de lomo liso las más costosas”.

Agregó también que “para las compras de verduras y hortalizas, son más convenientes las ferias libres. Por lo que tiene más vigencia que nunca el ejercicio de cotizar y comparar antes de tomar la decisión de consumo”.