Un consultor laboral detalla su secreto para lograr rápidos ascensos en Silicon Valley: detectar y realizar por tu supervisor las tareas que más le desagradan. Eso sí, debes respetar 4 pasos imprescindibles.

¿Te sientes estancado en tu puesto? ¿Crees que no reconocen tus capacidades? Puede que sea hora de cambiar de empresa, o quizá, de estrategia…

Andrew Yeung es un joven consultor en Silicon Valley cuya carrera podríamos describir como meteórica. “Mi primer trabajo fue en una agencia de publicidad internacional con 20.000 empleados. En dos meses pasé de ser un simple pasante, aún estudiando, a trabajar directamente con el CEO y el Director de Estrategias”, cuenta en una columna para Business Insider.

No se detuvo ahí. Yeung llegó a trabajar en empresas tan prestigiosas como Google o Meta (Facebook), donde también logró escalar en poco más de un año a cargos directivos como Supervisor de proyectos, antes de dedicarse a realizar consultorías de negocio a tiempo completo.

¿Cómo lo logró? Tal como él mismo describe, “comiéndose la rana”, por sus jefes.

“Siempre era el que ‘se comía la rana’ por los jefes: identificaba el trabajo que más les disgustaba, como el papeleo administrativo, y lo hacía por ellos”, confidencia.

“Durante mi paso por Meta detecté una oportunidad al ofrecerme a hacer el riguroso registro del avance diario de los proyectos. A todo el mundo le gusta hacer las cosas brillantes, como la estrategia o el diseño de proyectos, pero nadie quería hacer la coordinación operacional, así que yo me dediqué a ella. Esto me ayudó a ganar prestigio como un excelente empleado administrativo, y logré un ascenso a sólo 18 meses de unirme a la empresa”, declara.

Pero no es tan simple como hacer de “Espinita”. Yeung agrega que hay 4 pasos que se deben respetar cuidadosamente si tu interés es catapultar tu carrera y no quedar sólo como un “Smithers” más.

1. Hacer bien tu trabajo normal

“Primero debes hacer bien tu trabajo regular. Si eres un analista de datos, necesitas hacer tu análisis de datos muy bien. Si estás en ventas, debes lograr vender. Y si estás en supervisión de proyectos, debes asegurarte de que todos avancen satisfactoriamente”, detalla.

El consultor añade que debes ser paciente, pues alcanzar un grado de excelencia en tu rol puede tomar cerca entre 6 y 8 meses. Posteriormente, debes mejorar tu velocidad para que te quede tiempo adicional con el cual abocarte a otras tareas. Por ejemplo, Yeung cuenta que al unirse a Google, crear su primera descripción de producto le tomó 15 horas; sin embargo, pasados dos meses había reducido este tiempo a 5 horas.

“Siempre trato de mejorar la velocidad de lo que hago sin comprometer la calidad del resultado. Esto me da tiempo y energía mental extra para abocarme a nuevas oportunidades”, expresa.

2. Identificar las tareas que tu jefe odia

Según Yeung, una vez que ya conduzcas con eficiencia tu trabajo, debes observar a tu jefe o supervisor, y hacerte cuatro preguntas sobre él o ella:

· ¿En qué utiliza su tiempo?
· ¿Cuáles son sus prioridades?
· ¿Qué le gusta hacer?
· ¿Qué no le gusta hacer?

“La última parte es una oportunidad en la que fácilmente y con poco esfuerzo podrás involucrarte y entregar valor de inmediato”, sentencia.

3. Aprender a hacer esas tareas

“Haz preguntas, observa y lee la documentación sobre cómo realizar actividades específicas. Trata de no molestar mucho a tu jefe (la idea es reducir su trabajo, no aumentarlo), pero si debes hacerlo, véndele tu visión de lo que quieres lograr: reducir su carga laboral a largo plazo”, indica Yeung.

Recomienda documentar todo para crear un manual, tomando nota de cada paso necesario. “Imagina que debes enseñarle a alguien sobre lo que aprendiste”, indica.

4. Hacerlo bien

Por supuesto, de nada serviría tomar las tareas que tu jefe odia si el resultado fuera desastroso.

“Aplica el mismo rigor que tendrías con cualquier aspecto de tu propio trabajo. No comprometas la calidad y asegúrate de que tu trabajo normal no se vea afectado por tomar estos proyectos nuevos”, concluye.

“‘Comerte la rana’ por tu jefe se trata de construir confianza y credibilidad, de forma de que cuando llegue el momento de obtener un ascenso o aumento de sueldo, sea tu jefe el que de un paso adelante por ti”.