El Banco Santander tendrá que devolver casi $6 millones a cliente que fue víctima de un delito informático, luego que la Corte Suprema acogiera un recurso de protección.

En fallo unánime, la Tercera Sala del máximo tribunal determinó que “las obligaciones de monitoreo y control de fraudes recaen expresamente en la institución recurrida (…)”.

La decisión de la Corte también se basó en las recomendaciones que el propio órgano fiscalizador ha venido indicando en sus instrucciones administrativas.

Por lo anterior, el Banco Santander tendrá que pagar al cliente la suma de $5.842.518.

“(…) No queda más que calificar el actuar de la recurrida (banco) como ilegal y arbitrario, puesto que al no asumir el perjuicio económico trasladó los efectos del fraude bancario al actor (cliente), afectando directamente su patrimonio (…)”, puntualizó la resolución.