Rechazo y preocupación expresó el presidente de Fenabus, Marcos Carter, ante la rebaja de las tasas de embarque aéreo. Proyectó un escenario oscuro para el transporte interurbano terrestre.

Carter además acusó al Gobierno de falta de diálogo y de fomentar una competencia desleal entre los gremios, al favorecer y costear el impuesto que pagan los pasajeros para el financiamiento de los aeropuertos y Dirección Aeronáutica Civil.

El líder gremial vislumbró su preocupación por el futuro de las empresas de buses. Asegura que bajará la demanda, situación que podría desencadenar crisis en algunas líneas e incluso la quiebra y, en consecuencia, un alza en el desempleo.

“Aquí va a haber cesantía y aquí hay familias detrás”, sentenció.

Respecto de los impuestos que pagan ambos gremios, la medida del Gobierno en el tráfico aéreo podría significar un costo fiscal de 30 a 50 millones de dólares de aquí a 2019.

No obstante, Carter critica que los costos de uso de los terminales también es alta, pues considera el arriendo de oficina, uso de losa, contratación de personal, etc. “No hay política de terminales“, aseguró y enfatizó en que “la cancha está dispareja”.

Por otro lado, el transporte de pasajeros es una actividad que se encuentra exenta del Impuesto al Valor Agregado (IVA).