A través de una inversión de 8 millones de dólares, la empresa Monarch anunció que construirá una nueva planta, lo requerirá la contratación de más personal, y que expandirá su actual equipo.
En concreto, según consignó Pulso, la tradicional firma chilena aseguró que el nuevo recinto será de “última generación, en términos productivos y de sustentabilidad” y que éste se enfocará en “fabricación de pantys y camisetas femeninas”.
Además, su funcionamiento requerirá de entre 100 o 120 personas, proyecto que estaría completo a principios de 2020.
Sumado a lo anterior, Monarch aseguró que ampliará su existente dotación en un 10% y 15%, junto con la compra de maquinaria especializada en la manufactura de calcetines “para enfrentar la alta demanda que hemos tenido en los últimos semestres”, dijo el gerente comercial, Alejandro Magnasco.
“Seguir produciendo textiles en Chile parece ser una locura, pero nosotros estamos contra corriente”, señaló el ejecutivo.
En conversación con El Mercurio, en 2015, su hermano Aldo -quien también es parte del directorio- recordó lo difícil que significó la apertura de la economía local al mercado chino y admitió que incluso barajaron el cambiar de rumbo.
“Hicimos una reunión entre todos los primos para decidir si cerrábamos la fábrica y nos íbamos a comprar a China, o seguíamos, (pero) tomamos el avión al mundo. Mi primo Roberto Aste, que es director de Producción, salió a recorrer el mundo para ver cómo competir con los chinos”, detalló.
“Fue a Italia, donde se hacen todas las máquinas de calcetines. Fue a China y a India, a buscar materias primas más baratas. Y decidimos quedarnos”, señaló.