La relación entre los países árabes y China ha ido en aumento en los últimos años, al contrario que con Estados Unidos, a los que varios de estos países acusan de interferir en sus asuntos internos.

Los líderes de los 22 estados que conforman la Liga Árabe ensalzaron a su mayor socio de negocios, China, país con el que han alcanzado un intercambio comercial de 300.000 millones de dólares en la última década, y con el que se conjuraron para fortalecer aún más la cooperación.

“China es hoy el mayor socio comercial del mundo árabe”, dijo el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, en una cumbre sino-árabe celebrada hoy en Riad con la participación del presidente chino, Xi Jinping, y jefes de Estado y primeros ministros de Oriente Medio y el Norte de África.

En palabras de Abulgueit, los países árabes están interesados “siempre en el fortalecimiento de las relaciones” con China, mientras que apuntó que esta cumbre “lleva las relaciones entre las dos parte a un nivel más profundo”.

El mandatario chino, por su parte, recordó que el intercambio comercial entre China y el mundo árabe en la última década alcanzó los 300.000 millones de dólares, mientras que la inversión directa superó los 27.000 millones de dólares.

Durante el mismo periodo, según Xi, se han establecido 17 mecanismos de cooperación con el gigante asiático y también centenares de otros proyectos en diversos sectores.

“La cumbre sino-árabe nos llevara a un futuro más brillante, y China anhela empezar una cooperación integral que fomente los intereses mutuos”, dijo el presidente chino.

A la cumbre asistieron los presidentes de Egipto, Palestina y Túnez, los reyes de Baréin y Jordania, así como los primeros ministros de Irak, Argelia, Marruecos, el Líbano, entre otros que intervinieron en esta “histórica” reunión.

La cita también confirmó el compromiso de China con la causa palestina, asunto que el propio Xi abordó y abogó por la solución de los dos Estados, la que cuenta con mayor respaldo de la comunidad internacional; la lucha contra el terrorismo y el extremismo, y los conflictos que azotan a esta región.

Sin embargo, no se abordaron temas de especial sensibilidad como puede ser la situación de los uigures, una minoría musulmana que, según varios países, es víctima de un “genocidio” a manos de China.

Precisamente, el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi apuntó en su intervención sobre la necesidad de trabajar con China para “establecer un sistema internacional más justo” en el que “no se politicen los derechos humanos”.

Y es que la relación entre los países árabes y China ha ido en aumento en los últimos años, al contrario que con Estados Unidos, a los que varios de estos países acusan de interferir en sus asuntos internos.

La visita de Xi a Riad, la primera a la monarquía árabe desde 2016, tiene el objetivo de consolidar a China como el principal aliado de los árabes, un movimiento que Washington mira con preocupación por la creciente influencia del gigante asiático en esta estratégica región del mundo.