Durante las últimas horas, Chile emitió su primer bono verde soberano en dólares con vencimiento en el año 2050 por US$1.418 millones, estableciendo de esta forma una nueva referencia en dicho mercado.

Nuestro país es el primero de la región en emitirlo, remarcando así “un compromiso” con el medio ambiente con futuras inversiones en pro del transporte limpio, eficiencia energética, conservación de recursos marinos, edificios verdes, entre otros.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó la operación y sus resultados: “la emisión de nuestro primer bono verde demuestra nuestro compromiso para avanzar con acciones concretas ante el cambio climático. En un contexto internacional de mayor turbulencia financiera, se destaca la confianza de los mercados internacionales, al premiarnos con tasas históricamente bajas (…)”.

A la tasa de adjudicación, la demanda se compuso de más de 260 cuentas de inversionistas provenientes de Europa, Asia y de todo el continente americano.

“Esta refleja tanto la solidez macroeconómica del país como el exitoso resultado de los esfuerzos de marketing realizados por el Ministerio de Hacienda en diversas regiones, a través de visitas a inversionistas (roadshows), con el fin de atraer el interés internacional”, indicaron desde la cartera de Gobierno.

Detalles operativos

La operación fue muy exitosa en varias dimensiones. Primero, la tasa de interés de 3,53% es la más baja obtenida por Chile a plazo similar en su historia, superando la tasa de 3,71% de emisión del año 2012. La tasa de adjudicación a plazos similares también es la más baja entre economías emergentes durante el año.

Segundo, el spread de 95 puntos base sobre la tasa del Tesoro norteamericano también fue el más bajo entre economías emergentes para emisiones al mismo plazo.

Tercero, añadieron desde Hacienda, “cabe destacar que es la primera vez que la tasa de adjudicación en una emisión en moneda externa es menor a aquella estimada con información del mercado secundario; es decir, una concesión de tasa negativa de 5 puntos base”.

Finalmente, la operación concitó una alta demanda inicial, totalizando US$6,7 mil millones, 12,8 veces más que el monto ofertado, con demanda diversificada no solo por tipo de inversionista sino también por geografía.

El bono verde se emitió tras obtener una positiva evaluación del denominado “Marco Verde”, el cual fue evaluado exitosamente a fines de mayo por Vigeo Eiris. Esta agencia independiente internacional, especializada en investigación de temas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, en inglés), otorgó al Marco Verde el más alto grado de seguridad respecto a la contribución de los bonos contemplados al desarrollo sostenible.

Además, el portafolio de proyectos asociado a esta emisión ha obtenido la certificación de Climate Bond Initiative (CBI), organismo internacional especializado en estándares de emisiones verdes.

Cabe recordar que el desarrollo del “Marco Verde” y la selección del portafolio es el resultado de un trabajo multi-ministerial liderado por el Ministerio de Hacienda, y en el cual también participaron los Ministerios de Agricultura, Energía, Medio Ambiente, Obras Públicas, y Transporte; y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).