Siendo una de las materias centrales en las movilizaciones feministas de los últimos años, la brecha salarial entre hombres y mujeres es una de los aspectos de las economías que la Organización Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​ (OCDE) monitorea en los países que la componen.

La brecha salarial (o “gender gap” en inglés) mide la mediana de los sueldos de mujeres relativa a la de los hombres. Según explica Statista, ésta se ha hecho “altamente evidente a través del mundo desarrollado”.

Bajo este parámetro, de entre todos los 36 países de la OCDE, Chile ostenta el sexto lugar en desigualdad con un 21,1% en favor de los hombres, ranking liderado por Corea del Sur(34,6%), Estonia (28,3%), Japón (24,5%), Israel (21,6%), y Letonia (21,1%).

Con esto, Chile queda por encima de los demás países del continente, superando a Canadá y Estados Unidos (18,2% en ambos casos), México (11,1%), Colombia (7,7%), Costa Rica (3%), y el promedio de toda la OCDE (13,8%).

En contraste y junto con Costa Rica, la otra esquina del ránking es liderado por Rumania (1.5%) y Luxemburgo (3,4%).