En una reciente entrevista con la revista japonesa Famitsu, el director de Nintendo, Shigeru Miyamoto, confesó los esfuerzos que han tomado en la compañía nipona por años para dejar atrás la imagen infantil que poseía para convertirla en una familiar.

“Hubo un momento en que a Nintendo se le llamaba infantil, pero después de un trabajo continuo en nuestras prioridades, los esfuerzos comenzaron a mostrar frutos en torno a la Wii que nos dio la imagen de ‘paz mental"”, afirmó Miyamoto.

Los esfuerzos de la compañía se centraron en tratar de volver la consola una actividad familiar, y así poder “dejarla en el living tranquilamente”. Esto se pudo ver en la gran cantidad de juegos “family friendly” lanzados durante el era de la Wii.

Esta labor, sin lugar a dudas, afectó a los videojuegos en general, ya que cambió la errónea perspectiva en mucha gente de que “los videojuegos son para niños” o que “jugar es una actividad infantil”.

En ese sentido, la clave para Miyamoto fue enfocarse en los consumidores y no en lo que el mercado dicta.

“Si tratas de hacer algo que venda, eventualmente termina convirtiéndose en algo ya está ahí afuera (a la venta). Si lo que creas parece algo que pueda estar afuera (a la venta), entonces no venderá bien. Es por eso que Nintendo crea cosas que todavía no se ven”, sostuvo.