En medio de la tensa situación social-política que se vive en Hong Kong, un jugador profesional de Hearthstone terminó sancionado luego que se refiriera a las manifestaciones.

Para poner en contexto, el pasado 4 de octubre el gobierno autónomo que rige esa región de China, puso en vigor una nueva ley que prohibía directamente el uso de máscaras y cualquier tipo de elemento que ocultara la identidad de las personas en medio de las manifestaciones.

Esta situación, por el contrario, provocó una ola de reclamos sociales que han levantado a punta de máscaras a los ciudadanos de Hong Kong con enfrentamientos con la policía local.

Fue así como Ng Wai “blitzchung” Chung, jugador profesional de Hearthstone Grandmasters Season 2, recibió un veto de 12 meses después de pronunciar en directo un mensaje de apoyo a los manifestantes.

“¡Liberen a Hong Kong!”, exclamó en una entrevista en directo después de haber vencido en la que sería su última partida oficial.

Chung apareció en directo con una máscara, en directa alusión a esta nueva ley implementada en el país después de pronunciar su discurso, para que posteriormente la transmisión fuera cortada.

De la misma manera, la compañía anunció el despido de los dos comentaristas que formaron parte de ese contacto, así como también el retiro de todos los premios del jugador. Luego que estallara la polémica, Blizzard comenzó a recibir una ola de críticas, las que podrían tener efecto.

Si bien no han emitido un comunicado oficial, un vocero de la firma señaló al sitio Engadget que “por ahora, Blizzard está evaluando la situación”. No obstante, no está claro si efectivamente tomarán medidas al respecto. ¿Llegarán a rebajar la sanción a Chung? Sólo habrá que esperar para tener novedades.

En cuanto a su castigo, el jugador indicó al citado medio que es “una violación a la libertad de expresión”.

“Estoy seguro que no habría tenido ese tipo de castigo si mi discurso hubiese sido a favor del gobierno de China”, agregó.

Desde hace cuatro meses, Hong Kong atraviesa su peor crisis política desde la retrocesión a China por parte de Londres, con manifestaciones casi diarias para denunciar una pérdida de libertades y la creciente influencia del gobierno chino en los asuntos de esa región semiautónoma, y también para exigir reformas democráticas.